Dr. Jorge Alberto Rincón Acebo Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
-Hola doctor, muchas personas queridas y positivas, trabajadoras, está llevándose la pandemia.
Es indudable que no podemos negar comorbilidades, llevan a la muerte precipitando el final, independientemente de la edad.
A mis amigos que están preocupados por la trombosis y la respuesta inflamatoria autodestructiva:
Hace 45 años, aL leer el libro de patología del maestro Ruy Pérez Tamayo, se me quedó grabada la presencia de placas de ateroma en los jóvenes soldados estadounidenses aparentemente sanos, muertos en la guerra de Corea. Y cómo, los prisioneros rescatados de Auschwitz, sobrevivientes a la cámara de gases, salieron desnutridos pero se les había desaparecido la diabetes la hipercolesterolemia.
Les retorno a volver a los hábitos alimenticos autodestructivos.
El doctor Eggman refiere que la proteína espiga de las vacunas, es presentada por las células endoteliales de los capilares y por ello se adhieren a ella las plaquetas y se producen micro trombos. La explicación posee lógica, pero carece de comprobación. Se tendrían que sacar células endoteliales y a través de cortes presentados por microscopía electrónica, comprobar o desechar la hipótesis, en un paciente que hubiera sufrido una tromboembolia posterior a ser vacunado y fallecido.
La pregunta es: ¿qué es preferible? ¿Poseer micro trombosis o fallecer a consecuencia del Covid?
El humano destruye su medio ambiente.
En peligro de extinción, el Nan gaño. El prefijo Nan (en zoque: Cerca del agua). Bajo de él, crece un hongo comestible: el Moni. Exquisito. El árbol puede formar cercas vivas.
Es inevitable ver los terrenos antaño productivos, hoy desforestados. Deja de llover, se desertifican perdiendo la tierra, mostrando piedra, el esqueleto de la tierra.
Siembra cercos vivos para separar terrenos, las raíces retienen la tierra.
