Karla Gómez
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
Doña Idelfonsa Jiménez Méndez fue una de las iniciadoras de la danza tradicional de la Candelaria en San Fernando.
En 1893, danzó como agradecimiento a la virgen María Inmaculada de Candelaria, por tener sanos a los bebés.
En compañía de otras mujeres, se presentaba frente a la Virgen para dar las gracias por la buena salud que mantuvieron sus hijos en el año, dio a conocer la danzante Lupita Trejo, quien desde los siete años se inició en esta danza e integra el grupo de Las Viejas.
De acuerdo con la entrevistada, del 24 de diciembre al 1 de febrero suman 40 días, por ello “se le llama el baile de las candelas, de las velas”.
Menciona que con pañuelos, un sombrero no estilizado -prestado por su esposo- y vestimenta cotidiana, se dirigían a la imagen.
Sin embargo, al trascurrir el tiempo, en 1897, se hicieron dos grupos: Las Viejas y Las Muchachas, algunas son solteras y llevan en las trenzas listones de colores.
Estos grupos bailan cargando muñecos de bebés en círculos durante cuatro tiempos, que es sonorizado por música tradicional ejecutada por tambores y carrizos, conocida como el Son de Candelaria.
La “puntera” (sic) es la encargada de señalar el cambio del ritmo, durante el baile que finaliza con zapateado.
En San Fernando, se trajeron dos vírgenes de Candelaria. La pequeña, a cargo de doña Idelfonsa y, la más grande, de don José Ovando.
El recorrido se realiza del 1 al 3 de febrero en San Fernando, ubicado a 22.8 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez.
Son alrededor de mil damas que reúnen en la casa de la puntera, luego se dirigen a la ermita de Candelaria, posteriormente al parque. Asimismo, visitan lugares que tienen imágenes antiguas, como Sangre de Cristo, Jesús de la Buena Esperanza, Santa Cruz y Virgen del Carmen.
