Jorge Éver González Domínguez
Chiapa de Corzo, Chiapas
Este cuatro de febrero, dieron inicio veinte talleres en el centro Cultural Exconvento de Santo Domingo de Guzmán, en Chiapa de Corzo; pasado ya la algarabía y el júbilo de participar en la Fiesta Grande, la calma reina en el corazón de la comunidad y el arte va bordando pétalos que gira el viento en el patio del majestuoso edificio.
Hoy, el centro cultural es un enorme espacio donde germina la creatividad, el arte y el talento, dirigido por la Lic. Alejandra Nandayapa de la Rosa; con estos talleres acrecienta el semillero de imaginación, se da la oportunidad a todo el público de acrecentar su talento y el viento canta con la marimba que repite y repite los acordes en los ensayos y el calor se anida en un remanso del rio Grande.
De repente, en febrero explotaron los talleres:
Ballet clásico
Bordado de contado
Bordado tradicional
Guitarra
Inglés
Marimba
Elaboración de Máscara de Parachico
Teclado
Dibujo y Pintura
Pintura en Cerámica
Danza moderna
Baby ballet
Laca
Monteras
Plastilina para niños
Teatro
Danzón
Danza folclórica
Tejido
Todo en el ex Convento, no sólo para admirar el tiempo en sus paredes, sino para aprender de los maestros, que dan todo por enseñar.
En las tardes, personas de todas las edades se reúnen, se entrecruzan los talentos y en los cerebros se acomodan nuevos aprendizajes.
Se siente el interés por la promoción de la cultura y el arte, en las salas de exposiciones los turistas dejan prendidas sus pupilas en las piezas exhibidas.
Al entrar al complejo del antiguo monasterio, construido junto con la iglesia de Santo Domingo en una pequeña colina con vista al río Grijalva, en la segunda mitad del siglo XVI, atribuido a Pedro de Barrientos y Juan Alonso, se observa una réplica de la escultura de la Chiapaneca, de Gabriel Gallegos: nos deja sin palabras, al contemplarla tan de cerca y tan hermosa; en la parte de arriba, en la sala del Parachico, encontramos también pintura del mismo autor con la temática de la Fiesta Grande que estarán unos días más de febrero.
Así, la paz se oculta entre los pliegues de las tardes, cuando las ansias de aprender retumban por los pasillos y las salas, donde los maestros se nutren con la esencia de sus alumnos, se vuelven coloridos con la voz de sus participantes y la vida vuelve al inmueble cada vez que los talleres de laca huelen a tierra y a cochinillas, que le dan forma a los jicalplextles y pumpos donde un día Armando Duvalier, con sus propias manos, elaboró piezas que quedaron atrapadas en la musicalidad de sus poemas y su talento.
BORDAR
Quiero bordar tu silencio con una rosa roja para que pintes tus sueños en una noche de invierno; quiero bordad tu mirada en un pétalo rojo, para sentir la fragancia del palpitar de tu sangre, quiero bordar…
La brisa pura de tus labios en el rocío de una rosa y consumir en una gota el néctar de tu boca.
Horacio de Paz Camacho.
