Excélsior
“Las mujeres seguimos siendo feministas, porque no basta con tener una habitación propia y dinero en la bolsa”, ha dicho la narradora y ensayista Margo Glantz (1930) en alusión al famoso ensayo Una habitación propia, escrito en 1929 por la británica Virginia Woolf (1882-1941).
El ensayo ha sido uno de los referentes más constantes del feminismo y muchas de las cosas que dijo Woolf siguen vigentes. Sin embargo, pienso que se ha leído mal, que no se trabaja profundamente el texto, que se utiliza como eslogan y no se analiza el significado de todo lo que ella escribió”, considera la crítica literaria.
Por esta razón, la autora de Las genealogías y Apariciones dio vida al ensayo La querella de las mujeres que presentará hoy, a las 13:00 horas, como parte del ciclo “Lecturas estatutarias de la Academia Mexicana de la Lengua”, en la plataforma y las redes sociales de la asociación.
La figura de Woolf es parte de una constelación de importantes intelectuales que han aportado ideas fundamentales para la emancipación de la mujer, tales como sor Juana Inés de la Cruz, María de Zayas, Emily Brontë, Simone de Beauvoir y Jane Austen, a partir de su obra literaria, y su relación con las escritoras mencionadas, se explica en un comunicado de la Academia Mexicana de la Lengua.
En La querella de las mujeres, Glantz muestra un retrato de la narradora inglesa constituido por citas y fragmentos de sus obras, y los puentes que la unieron, voluntaria o involuntariamente, en el mismo tiempo o de forma atemporal, con otras mujeres que se han atrevido a escribir, como las humanistas mencionadas.
La autora de El rastro y Cuerpo contra cuerpo hace, además, “una crítica a la teoría de Woolf al resaltar su obsesión por la estabilidad económica y el desconocimiento que tenía de la situación que vivían las mujeres intelectuales no pertenecientes a la clase burguesa”, apunta el documento.
Muchos de los problemas que Woolf plantea en Una habitación propia siguen sin resolverse, no sólo en la escritura, sino en todos los ámbitos de la realidad”, afirma Glantz al subrayar la actualidad de esta obra.
Menciona que otros temas tratados por Woolf en su libro son la amenaza del fascismo y la guerra en la sociedad patriarcal, que trascienden la idea de que la obra únicamente lucha por otorgar libertad a las mujeres. “Ella criticó las consecuencias que el patriarcado tiene no sólo hacia la mujer burguesa dedicada al arte, sino hacia todos los miembros de la sociedad”, agrega la miembro de número de la Academia.
