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Traslado del Señor de La Misericordia: 50 Aniversario

Romeo Duvalier Peña Román
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
Desde hace medio siglo el último concordeño se trajo a cuestas.
Desde ese momento, el pueblo
antiguo de La Concordia, la Tierra del Señor de La
Misericordia, duerme bajo una larga sábana plateada llamada el embalse de La Angostura.

Las personas ven con nostalgia, recuerdos, imágenes que no se borran con el tiempo; algunos eran unos niños, niñas, otros tenían su edad, algunos más por los atardeceres recordaban cómo era la antigua Concordia, el pueblo que las aguas sepultaron por completo. Algunos lloraban, rezaban, sus ancestros ahí quedaron para siempre.
Una mañana, las aguas descendieron de pronto: las personas veían las torres, el panteón, el parque y algunas calles, lloraban. Sus recuerdos están presente a pesar del tiempo.
Conversando con el Lic. Javier Flores Vidal (Cronista independiente de La Concordia), nos relata: Fue en el transcurso del año 1974, cuando los pobladores de La Concordia vieron día a día, cómo el agua empezó a inundar su pueblo, advertidos por los funcionarios de la Comisión Federal de Electricidad (C.F.E), que el agua habría de inundarlos para siempre por la construcción de la Presa Hidroeléctrica Dr. Belisario Domínguez, mejor conocida como La Angostura.
Poco a poco las viviendas de las partes más bajas del pueblo fueron cubiertas por las aguas de la presa, por lo que sus pobladores empiezan a desprenderse de la santa tierra que los vio nacer, pues ha llegado la hora de partir, de abandonar sus hogares y continuar con el éxodo de trasladarse a suelo extraño, a su nueva morada, al nuevo centro de población.
Al cumplirse medio siglo del traslado de la población, para siempre quedaron grabados en la memoria colectiva de los pobladores aquellos días de amargura, de dolor y llanto, del traslado de las familias, donde los habitantes se sacrificaron dejando sus tierras, sus recuerdos y hasta sus muertos, en nombre del “Progreso”.
Han pasado cincuenta años, el tiempo no ha borrado de la mente de los pobladores aquel triste día del traslado de lo más importante para ellos: sus imágenes religiosas, el santo patrono del pueblo, el Señor de la Misericordia, junto al apóstol San Pedro.
El sábado 15 del mes de junio de 1974, se había acordado entre la población y el párroco de la iglesia ir por las imágenes religiosas. Se recuerda que los santos fueron llevados a cuestas -en donde hombres y mujeres participaron- y durante el trayecto se escucharon los cohetes, la marimba y los rezos de la comunidad católica.
Aquel sábado del mes de junio, muchos pobladores lloraron, porque para siempre se habían quedado sepultados los recuerdos bajo el agua y entristecidos ahogaron su dolor. Fue como una procesión donde el obispo José Trinidad Sepúlveda, el párroco y vicario del pueblo de aquel tiempo, Rafael Tovar Zamora y Luis Cervantes Figueroa, acompañaron a la población para quedar grabado en la memoria histórica del pueblo de La Concordia.
En estos últimos años, algunos grupos se han organizado para tener actividades de gestión de beneficios para el pueblo: carretera, transporte, telégrafos, teléfono, oficina de hacienda, telégrafos, escuelas -preescolar, primerias, secundaria, preparatoria y universidad-; se han realizado actividades culturales, presentaciones de libros, recitales de poesía, y se estableció la fundación de un Museo Comunitario por parte del grupo Archivo y Museo Histórico de los Cuxtepeques A.C.

Fundación
Armando Duvalier A.C.

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