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Una Ventana Literaria

Mario Bermúdez

Un espacio dedicado a la Asociación de Escritores y Poetas Chiapanecos, A.C.

Jorge Éver González Domínguez aepchchiapas@alex

Para llorar a solas
un texto breve
para Uberto Santos

Allá por el año 1986, Alfredo Pavón dedicó algunas palabras hacia esta obra bastante representativa de la poesía chiapaneca. Y ¿por qué no? De nuestro país, de esas joyas que sobreviven al tiempo y al espacio gracias a quienes seguimos dando voz a los poemas primerizos de un joven Uberto Santos. Hace algunos días visité Venustiano Carranza por cuestiones de letras, en ese viaje que ahora habita en mi memoria tuve la oportunidad de darle un abrazo y de intercambiar palabra con el también autor de “Clamor de Luz”, a quien admiro con el corazón por su esencia al plasmar sus emociones, recuerdo bien lo que me dijo: “a tu edad me quería comer el mundo en tres mordiscos, ahora por pedacitos”.
Pavón, en aquel texto breve recupera aspectos de la vida diaria que Santos poetiza, donde figura su familia y su mascota, donde el poeta se desahoga a través de los versos, donde llora, grita pidiendo auxilio, donde él hace una catarsis con sus sentires de la época y donde también recientemente César Trujillo, originario la tierra verde de Chiapas se hace sentir con “Evocación de la infancia”, en el sentido de la pérdida.
Pero hoy, esa emoción de la juventud de Uberto Santos la reflejo en mi realidad actual: tengo a la mujer que me dio la vida, también a la mujer que le está dando sentido a mi vida, disfruto al producto del amor convertido en una nueva vida, sonrío a la mascota que ladra y lloro la memoria del abuelo que partió de este mundo. Son muchas coincidencias las que descubrí mientras el contenido de “Para llorar a solas”, me iba absorbiendo.
Esta obra es el reflejo de un joven que ha vivido mucho en pocos años, como todos aquellos que recuerdan la flor de su juventud cuando la tecnología no se había apoderado de nosotros. Es el sentir colectivo de la época que todavía transita por ello y la memoria del sentido que permanece, es el grito ahogado de alguien que busca irremediablemente llorar, pero cuya oportunidad se establece en estos poemas que traspasan y seguirán traspasando el tiempo que fue, como lo mencioné antes.
Estamos de paso, en cualquier momento este aire que respiramos solo será polvo de estrellas. “Para llorar a solas”, es un regalo que nos da el poeta radicado en Laja Tendida y que, particularmente me hizo recordar el dolor de la pérdida de un ser amado, el vacío de lo inevitable, pero sobretodo me hizo volver a sentir que la madrugada es un momento de reencuentro para llorar a solas… y como lo escribe el poeta “(…) No hay tiempo de morir: Mejor mañana”.

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