Dr. Jorge Alberto Rincón Acebo Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
¡Esas horas de descanso!
Sin importar la pandemia, perdieron la sana distancia.
Algunos ¡hasta dijeron buenos días, con permiso, hasta luego o contestaron el saludo! ¿Me permite pasar?
Menguaron los accidentes al no contestar, ni chatear en el celular mientras se conduce, a pesar que en la ciudad de México y en Estados Unidos, existen multas que rebasan los ingresos del ciudadano promedio.
Los hijos se acordaron que poseen familiares. Algunos se atrevieron a marcar por la telefonía fija como antaño.
Las mujeres, al dejar de comunicarse, organizaron las maletas para su partida.
Todo depende del equilibrio que se utilicen los servicios que poseemos, obteniendo información científica, noticiosa e informática en tiempo real, con más de 3 mil referencias al instante.
¡No sirvió la información!
¡A pesar de existir la pandemia, no se abatió!
¡No es así!
La mortalidad por Covid, es muy inferior a la gripa española.
Por cada mil millones de seres humanos, en cuatro años deberían ser 40 millones de muertos, multiplícalo por 8 (mil millones) alcanzaría 320 millones de muertos.
En año y medio, apenas de forma oficial, 2 millones 180 mil al 3 de octubre.
Al multiplicarlo por los 7 que no se agregan a las estadísticas, serán 14 millones muertos, ¡para casi 8 mil millones de seres humanos!
En las ciudades de la India, habitan como sardinas enlatadas.
La información no permea a la totalidad, siempre se ha enseñado parcialmente la verdad.
Por las declaraciones previas de este 3 de octubre, se sabe que las referencias iniciales son manipulaciones para consumir, no actuar, sufras mengua de tu sistema inmunológico y seas propenso a ser manipulado a infectarte, cultivas la pobreza anímica sintiendo la vacuidad que nos rodea.
Habitamos la era del neoliberalismo económico, homo económicus.
El único aliciente y acicate: el amo don dinero.
El monstruo de los ojos verdes: Dólar, que por cierto carece de sustento y engulle producciones, culturas e individualidades.
