Eduardo Solís
Diario de Chiapas
Después de diez vibrantes carreras en una de las mejores temporadas de Nascar México en los últimos años, el campeonato de automovilismo más importante del país pone rumbo hacía Puebla para disputar las últimas carreras del año.
El piloto Jake Cosío del auto #51 Chevron quiere, este fin de semana en la fecha doble en Puebla, dejar atrás el trago amargo vivido en Guadalajara hace unas semanas.
“Llegamos a la última carrera de Nascar México que será jornada doble para cerrar la ronda 11 y 12 de la temporada en Puebla. Tuvimos una carrera bastante difícil en Guadalajara en donde lamentablemente el auto salió lastimado por lo que todo el Chevron Havoline Racing Team trabajó arduamente en el auto #51 para tenerlo listo este fin de semana”,
Esta será la segunda ocasión en el año que el Autódromo Internacional Miguel E. Abed recibe a Nascar México, recordando que en julio pasado se disputó la tercera fecha del campeonato pero en esa ocasión, se corrió en la configuración de óvalo.
Esta vez, ambas fechas se correrán en la configuración de circuito donde el auto del Chevron Havoline Racing Team y todos los demás bólidos tendrán que dar 80 vueltas al trazado de 2.6 km.
“El Miguel E. Abed es una pista que me gusta mucho, la configuración se ajusta a mi estilo de conducción por lo que siento que puedo exprimir al máximo el auto #51 del Chevron Havoline Racing Team en busca de esas décimas que nos pueden poner en la zona alta de la parrilla”.
Una fecha doble representa un gran reto tanto para los pilotos como para los miembros del equipo ya que un incidente en la primera carrera puede comprometer la segunda.
“Sabemos del riesgo que implica una fecha doble. El punto clave del fin de semana es aprovechar las prácticas libres para encontrar la configuración adecuada para la carrera, también tenemos que calificar muy bien para salir en la zona alta/media del pelotón y así cuidar el auto lo más posible sin descuidar el ritmo para llegar en una sola pieza a la final el día domingo”.
