• Spotify
  • Mapa Covid19

Editorial

Salvados por la campana

Como anillo al dedo le quedó a la Secretaría de Educación Pública (SEP) que por orden judicial se suspendiera temporalmente la aplicación del plan piloto de Educación Preescolar, Primaria y Secundaria, en su primer grado, que se aplicaría en 960 escuelas en las 32 entidades de la República para “consolidar la educación de los docentes normalistas”.

La SEP dio a conocer en un encuentro virtual con los representantes de Educación en las entidades que, si bien se suspende el programa piloto de manera temporal, la formación para docentes sobre el nuevo plan de estudios no se trunca.

El mensaje dirigido por Leticia Ramírez, la titular de la SEP, fue inmediato a la resolución del juez que decidió cancelar el proyecto, que iniciaría el 31 de octubre, bajo el argumento de que sólo está destinado para las escuelas públicas y deja fuera a las privadas.

En el fondo, en la Secretaría están agradecidos por este resolutivo en su contra debido a que tendrán unas semanas más para acabar de terminar y afinar el Plan de Estudios, además de que el material de respaldo como son los libros de texto, no están tampoco concluidos y, por consiguiente, impresos.

Si bien, el programa fue iniciado por Delfina Gómez, quien dejó la SEP para ahora andar moviendo los hilos de la política para ganar el Estado de México, éste fue la primera bomba que tenía que desactivar su relevo en el cargo, pero lamentablemente no lo logró.

Educación con Rumbo es la organización que interpuso un recurso de amparo para promover la suspensión del plan piloto. El juez sexto de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México, Francisco Javier Rebolledo, concedió la suspensión definitiva a la organización el 10 de octubre, de acuerdo con el expediente 1457/2022; Martín Santos, juez octavo de Distrito en Materia Administrativa, frenó indefinidamente el plan el pasado 5 de octubre, según el expediente 1606/2022. En ambos casos, la secretaria dio a conocer a todos los titulares de los estados que interpuso un recurso de impugnación. 

Esta zancadilla que le propiciaron a la Secretaría se remonta al pasado 16 de agosto, cuando Delfina Gómez, aún titular de la SEP, dijo que el plan promueve la formación integral y humanista desde la educación inicial hasta la superior, y garantiza la enseñanza de excelencia con base en los principios de inclusión, pluralidad y colaboración.

Como ejes temáticos, muy bien, pero lamentablemente en la práctica no son aplicables por el momento, ya que les ganó para el piloto.

La proyección que ha dado la nueva secretaria no ha sido buena. Los escenarios le ganaron y si no fuera por la suspensión judicial, no veríamos cómo se echaría a andar el plan de acuerdo a lo programado por la autoridad educativa.

Tampoco se ha visto ninguna iniciativa para intentar recuperar los daños a la educación que generó la pandemia durante dos años. La matrícula cayó estrepitosamente y los planes de estudio no se alinearon o reforzaron para la formación de los docentes normalistas.

La situación es delicada, si se toma en cuenta que existen normales donde a los estudiantes no les preocupa que haya o no capacitación para sus mentores y tener así catedráticos mejor preparados, acordes a la realidad que se vive.

No les afecta ni preocupa, porque a ellos les ocupa marchar, protestar o manifestarse un día sí y otro también, para el caso de Chiapas, en la sede del Palacio de Gobierno, en la Secretaría de Educación o en la Subsecretaría de Educación Federalizada, donde buscan afanosamente que les extiendan sus caprichos.

Si bien en este caso no son los docentes los que encabezan los movimientos, el que los alumnos, futuros maestros, dejen las aulas para presionar a las autoridades les aumenten las ministraciones o les aprueben sin filtros, calificaciones altas -sin haberse empeñado en estudiar como un verdadero profesional-, demuestra que no les interesa los planes de superación que para ellos tenga la SEP.

La comunidad normalista no alcanza a comprender que tienen que cambiar la visualización de su educación futura que replicarán algún en las aulas; y deben exigir a la Secretaría de Educación que implemente estrategias pedagógicas para intentar recuperar los daños que provocó el COVID. Lógico que no sólo en este nivel sino en todos los que implican los servicios educativos en los niveles preescolar, primaria, secundaria, bachillerato y superior.

Compartir:

Última hora

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *