Marcelo, en busca de chamba
Que quede claro, Marcelo Toledo Cruz no quiere ser alcalde, lo que busca es hacer ruido para que lo tomen en cuenta y no quede fuera de la jugada para el 2024. Así lo hizo en el 2018 y en el 2021, cuando se apuntó para ser el candidato de Morena a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez, pero al final aceptó que no era la carta fuerte del partido y tuvo que conformarse con que le diera una diputación por la vía del dedazo, es decir, plurinominal.
El hoy diputado no quiere dar su brazo a torcer pues se registró para competir por la candidatura dentro del guinda para el proceso electoral de 2024, pues confía en sus dotes de político y su dizque vasta experiencia que sólo él cree tener, pues para los chiapanecos, como legislador no hay una sola iniciativa que haya emprendido para mostrar desarrollo o mejoramiento en algún sector de la población.
Y no se habla de un ejercicio en el Congreso del estado, sino de dos, en los cuales sólo se le conoce como una buena persona que ha trabajado se le difunda en los medios y queden estos buenos conceptos registrados en las redes sociales, pero de que haya habido productividad no hay una sola iniciativa.
Al contrario, él se ha unido al avasallamiento de Morena para no dejar pasar iniciativas de la pírrica oposición que hoy se encuentra dentro de la LXVIII Legislatura local. Lo más reciente es que hizo oídos sordos a las supuestas denuncias de corrupción que se manejaron al interior del Consejo Estatal de Morena, cuando se designaron a los precandidatos a presidir el Comité de Defensa de la Cuarta Transformación.
No hace mucho tiempo, en los primeros eventos de desestabilización y violencia en la que incurrieron los jóvenes de la Escuela Normal Rural Mactumactzá, el diputado minimizó los actos, tanto que a él no le importó que se haya intentado prender fuego al balcón de Palacio de Gobierno o los desmanes en la Secretaría de Educación y, además, las pintas que los estudiantes efectuaron en los comercios del centro de la ciudad que encontraron a su paso.
Si el vicepresidente de la Comisión de Educación y Cultura del Congreso estatal no está de acuerdo con la reubicación, está claro, entonces, que prefiere que los normalistas continúen agrediendo por doquier, con la latente consecuencia de que esto puede terminar muy mal.
Cuando un ciudadano común y corriente se pregunta si ante la desestabilización que provocan los jóvenes, quienes supuestamente su fin primordial es prepararse para terminar su carrera de maestros, un legislador los defiende a capa y espada, entonces, qué se puede esperar de alguien que quiera ser alcalde con este antecedente. Seguramente los ciudadanos serán los primeros en sufrir las consecuencias cuando a Toledo no le salgan las cosas.
En el pasado reciente se cobijó en el coordinador estatal de Programas Bienestar, y ahora intentará por todos los medios no quedar desamparado. Hoy se apunta como un salvador del municipio de Tuxtla Gutiérrez.
Este personaje vuelve a la carga, busca hacer ruido, pero bien sabe el partido Morena que su incursión como prospecto a la presidencia municipal tiene más puntos negativos que positivos. Se registró en este 2023 ante Morena para ser el candidato, pero en esta odisea, se ve difícil que se sobreponga a otras propuestas mucho más fuertes, con mayor trabajo y con mejores relaciones políticas, como es el caso de Ángel Torres Culebro, quien bajo la sombra de la Secretaría de Obras Públicas se posesiona en las colonias de la capital, además de también está María Mandiola, la mujer que encabeza la Secretaría de Equidad de Género, quien también ocupa sus intenciones en gobernar Tuxtla Gutiérrez.
Toledo Cruz habla poco y de paso no dice nada, pues cuando le consultan cuál es el fin de que sea alcalde de Tuxtla sólo se limita a decir que hablará hasta que los tiempos así lo permitan.
Lo que mejor le hubiesen preguntado los reporteros de la fuente del Congreso es sí en verdad es merecedor de tan honrado puesto, ya que como legislador nomás se la ha pasado cobrando sus mensualidades, levantando el dedo para aprobar las iniciativas que mandan desde palacio de gobierno.
Así como Marcelo Toledo hay otros personajes que andan tocando puertas para que Morena les dé el espaldarazo, y en este tenor, lo mejor que puede hacer es terminar con dignidad su encomienda en el Congreso, pues si asegura que cuenta con el respaldo de gente muy bien posesionada en el ambiente político, pues entonces qué le preocupa, pues su puesto de funcionario de medio pelo lo tendría asegurado.
