Fabiola ya no es “indígena”, ahora será candidata ciudadana
Ahora resulta que Fabiola Ricci Diestel, la diputada integrante de la LXVIII Legislatura local, a pesar de haber tenido la bendición de los grupos étnicos del distrito electoral con cabecera en San Cristóbal de Las Casas para catapultarla en una curul, ahora tiene cambio de planes pues ya no quiere ser alcaldesa de este municipio como aspirante indígena del partido Morena.
No, pues, a quién se le ocurre que lleve esa representatividad, si desde que “agandalló” la candidatura a la diputación, en el 2021, no ha podido quitarse la estigmatización que lleva curtida muy adentro de su piel, a cuyos apellidos de abolengo le saldrían “ronchas” y eso, definitivamente no está en la idiosincrasia de la legisladora.
Lo que son las cosas, a Fabiola, la representante popular “que no representa “a su sector étnico, hoy se atreve a negar “sus raíces” y desmiente a todo aquél que le imputa la candidatura a la presidencia municipal de San Cristóbal para el 2024 sea por su “origen indígena” pues el perfil con el que ahora intentará seguir “disfrutando” del erario público será ganar la alcaldía, pero como “solicitante ciudadana».
Quiere decir que hace a un lado las componendas con las que alcanzó la legislatura que ahora posee y bajo las siglas de Morena, siendo una mujer mestiza, de alcurnia, competirá para ser una funcionaria municipal, una mujer que, por cierto, durante su informe legislativo realizado recientemente en San Cristóbal de Las Casas, estuvo acuerpada por líderes comunitarios indígenas que prácticamente fueron los que llenaron la sede declarada oficial para dicho acto.
Sin dejar de citar, a los jóvenes integrantes de la organización “Los Motonetos” que vigilaron que su informe se realizara sin ningún problema que pusiera en peligro la seguridad de los asistentes.
A los compañeros de la prensa que cubren el Congreso, muy segura de sí misma, les dijo que «en el caso de mi Distrito en San Cristóbal de Las Casas voy como ciudadana, no como aspirante de pueblo originario» y si asentó esta postura sin titubeos, quiere decir que hace a un lado quienes le firmaron sus documentos de residencias y de apoyos comunitarios que le “avalaron” llegar a la diputación referida.
La comunidad étnica del distrito V debe estar recriminándose el apoyo que le brindaron y de malagradecida no la han de bajar, por ello se está a tiempo de que, en las futuras elecciones, los chiapanecos elijan con lupa la calidad humana y las capacidades que poseen quienes los van a representar en las cámaras Baja y Alta, así como en los 125 municipios que integran la entidad.
Deben estar en el entendido que no se trata de que alguien llegue a “lavarles” el cerebro y los convenza, con trampas, de que son la mejor opción. En los procesos electorales pasados se han visto casos donde los hombres se han burlado de los electores.
El caso de las “juanitas” es el vivo ejemplo de las triquiñuelas que se hicieron en política, donde legisladoras, una vez que habían ganado, dejaban su espacio a otros miembros de su partido. El término de “juanitas” la hizo famosa Rafael Acosta “Juanito”, quien en el 2009 renunció a su cargo como jefe delegacional de Iztapalapa para dejar a su lugar a Clara Brugada, la misma que hoy es la candidata de Morena al gobierno de la Ciudad de México.
Por estas historias sorprende que ahora la ladina o mestiza de Fabiola Ricci Diestel se acuerpe de los ciudadanos sancristobalenses para participar en la contienda electoral municipal. Se ufana de tener el visto bueno de sus nuevos correligionarios de “sangre” y de valerse del puesto de diputada para sus fines futuros.
El cinismo ya quedó atrás en esta clase de políticas pues tienen el descaro de confirmar que ha hecho un “trabajo permanente, caminando todas las colonias, barrios y comunidades y lo voy a seguir haciendo», dice sin titubeos. Por lo menos es sincera al reconocer que desde que llegó a la diputación usó todos los recursos a su favor para hacer proselitismo disfrazado y eso es ya mucho decir. Vaya descaro de la legisladora.
