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Editorial

Postulados de ERA: Lograr la planificación y dejar a un lado los rencores

Eduardo Ramírez Aguilar no se anda con rodeos al priorizar en sus abarrotados mítines que su prioridad como gobernador de Chiapas será lograr la pacificación, a pesar de que reconoce que hay zonas complicadas que se tienen que atender.

Sin demagogia y con los pies bien puestos sobre la tierra, el candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia” asume el compromiso de hacer política que traiga beneficios y no perderá el tiempo en estar haciendo señalamientos del pasado, como se acostumbra, pues su misión estará centrada en abordar las circunstancias como una oportunidad y no como un problema.

El político chiapaneco conocido como “El Jaguar” recorre el estado para hacer honor a su palabra que ha plasmado en los postulados de la nueva era que se encuentran en su libro “Plan Chiapas Transformador 2024”.

No vacila cuando afirma que para lograr obtener los beneficios que la población chiapaneca requiere con urgencia es visualizar a la política como un elemento de unidad no de revanchas, pues de lo que se trata es de armonizar los sentimientos.

Tiene toda la razón del mundo pues a Chiapas debe vérsele como la gran oportunidad de construir, de sentar las bases del desarrollo, de la equidad, del respeto. Olvidar los rencores será una tarea muy difícil, pero no se alcanzará si no se intenta.

Cierto y hay que aplaudir que no se vea el pasado y a la política a partir de descalificaciones pues si de algo el pueblo chiapaneco y los propios integrantes del Senado de la República se dieron cuenta cuando estuvo al frente de la Junta de Coordinación Política fue que logró consensos, dejando a un lado la política disruptiva.

Bajo este concepto de premisas que abren el abanico de la esperanza para alcanzar la paz y el desarrollo, a Ramírez Aguilar no lo detiene nadie rumbo a la silla que hoy ocupa el gobernador Rutilio Escandón Cadenas.

Elementos que ejemplifican estos dichos es que vemos que no tiene contrincante que le haga sombra. El panorama es halagador porque las campañas políticas de sus dos adversarias, Olga Luz Espinosa Morales, de la alianza “Fuerza y Corazón por Chiapas”, y Karla Irasema Muñoz, de Movimiento Ciudadano, nomás no levantan y parafraseando a la candidata presidencial Claudia Sheinbaum, la elección en Chiapas sí es un mero trámite.

Esta afirmación no se hace de forma irresponsable, sino se basa en los mítines que el político originario de Comitán preside y donde se nota que es arropado por su gente. Es evidente que hay una empatía entre el candidato y la mayoría del pueblo chiapaneco.

Por ello en este momento tiene más valor los compromisos que asume, pues está obligado a responder en los hechos con esa confianza ciudadana que clama paz, que ayude a resolver de raíz los problemas sociales, que los hay, y muchos.

El candidato Ramírez Aguilar está convencido que los mejores momentos de Chiapas están por llegar y éstos van acompañados de una voluntad inquebrantable. Su petición que ha externado a su gente es ver hacia adelante las circunstancias que rodean a los problemas y éstos verlos como la oportunidad para resolverlos y no como un conflicto que no tenga solución.

Pero no todo es problema en la entidad, hay cosas buenas que se tienen que retomar de la administración hoy vigente y con ello completar la faena de construir lo que se quiere.

Cuando Eduardo Ramírez Aguilar deja asentado en su libro que “la política será distinta, menos ruda, que promoverá un sentimiento que detone que los políticos se preparen y genere algo renovador: propuestas audaces”, es un aliciente esperanzador porque los ciudadanos están hastiados de gobernantes transas, que han visto esta profesión como la posibilidad de salir de pobres.

Ojalá logre estos propósitos porque ya vasta que sigamos pagando afrentas de gente que se aprovechó de la confianza que le brindó la ciudadanía y el caso que viene de botepronto a la memoria es ese gobierno corrupto y desalmado que se tuvo con Juan Sabines Guerrero.

Todo está dado para que el próximo gobierno responda a los retos de paz que requiere la entidad, golpeada antes por el olvido de los gobernantes y hoy por la presencia de grupos delincuenciales. Bajo estos conceptos, la confianza está depositada en Ramírez Aguilar, ojalá cumpla con los postulados que asienta en su libro Plan Chiapas Transformador 2024.

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