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Editorial

“Alito” exhibe a Jorge Álvarez como un político “detractor” a su palabra

Jorge Álvarez quiso ser protagónico para intentar lograr adeptos a su campaña, pero la experiencia y el colmillo retorcido del líder nacional del Partido Revolucionario Institucional, Alejandro Moreno Cárdenas, hoy lo han puesto sobre las cuerdas, al salirse por la tangente y evadir responder a su dicho inicial de que si el priista renunciaba a la candidatura plurinominal declinaría por Xóchitl Gálvez, en la contienda rumbo a la presidencia de la República que está en su etapa final, pues se está a 16 días de que los mexicanos acudan a las urnas a emitir el sufragio. 

En un mensaje que emitió por video a través de sus redes sociales, Moreno Cárdenas retó a declinar al candidato de Movimiento Ciudadano por la aspirante de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, con el agregado de que no solo se bajaba de la pluri, como lo pidió Álvarez, sino que renunciaba a la dirigencia nacional del PRI.

Este hecho sin duda que tomó por sorpresa al emecista pues ahora resulta que -sin decirlo de forma abierta y clara-, externó que lo pensaría pasado el debate del próximo domingo 18 de mayo.

Primero prácticamente apostar una declinación, como se entiende que lo hizo el candidato que lanzó su campaña hacia la presidencia brindando con tequila y cerveza al lado de su compadre y controvertido gobernador de Nuevo León, Samuel García, no es igual a jugar un partido de futbol. Acá está todo un proyecto de nación que los mexicanos no pueden permitir que se tome a juego.

Lo que Jorge Álvarez no dimensionó es que su declaracionitis, como lo fue en un inicio, lo ubica como un hombre al que le faltan muchas tablas políticas. Que hoy intente condicionar al líder priista de que primero renuncie, deje como presidenta a Beatriz Paredes, la política que perdió ante Xóchitl la selección de la candidatura presidencial, es una nimiedad porque bajo esta argucia ahora quiere voltear la tortilla y meterse en la vida interna del PRI, “ordenando” a quien dejar, como si no existiera un Consejo General que toma la decisión de lo que procede.

Además, es de risa que el inexperto candidato de MC se crea que va en segundo lugar cuando a él sólo lo conocen en Nuevo León y Jalisco, así como en una media centena de universidades donde ha estado. Insólito, pero cierto que se cree esta falsa percepción hacia su persona.

Lo que es cierto es que hoy lo conoce medio México, pero eso es muy diferente a que esté en el corazón de los mexicanos, en aquellos con los que se ha negado o simplemente no le gusta rosarse porque le debe dar urticaria.

Sino ahí están las clases más desprotegidas, los sectores vulnerables olvidados por esta política sin estrategia, los pueblos originarios, las madres buscadoras, las personas que no tienen servicios sociales, médicos. Con ellos no se lleva, no los trata, no están en su agenda y lo decimos no porque no los contemple en sus proyectos o promesas de campaña, sino como huye de ellos todo parece indicar que no les importa.

En el país hay casi 500 universidades públicas y más de 880 instituciones del sector privado, cifra que no representa ni el cinco por ciento de las que ha visitado como su estrategia de clase media para obtener sus votos, lo que no significa que tenga el apoyo de todos los universitarios del país. 

Lo que hoy ha quedado claro es que con su debilidad en su actuar, Jorge Álvarez hace honor a la palabra que le indilgó Alejandro Moreno de que es un esquirol de Morena, al hacer el juego sucio.

Dice Álvarez que él tendría que hablar con Beatriz Paredes, después del debate del domingo. Una salida sin sentido, pero, además, el candidato no tendría que esperar que se celebre el encuentro entre los que aspiran a gobernar el país, pues el mismo domingo por la mañana seguramente tendrá la respuesta del apoyo que recibirá Xóchitl en la manifestación que se ha denominado la “Marea Rosa”.

Este termómetro que buscan a todas luces desacreditarlo es el parámetro de que la candidata de “Fuerza y Corazón por México” ya es un dolor de cabeza para Morena y el gobierno en el poder, pues si abarrota el Zócalo de la Ciudad de México y se manifiestan en otras 84 ciudades del país, con el apoyo de 144 organizaciones sociales como lo han externado los organizadores, este efecto multiplicador será un mensaje de advertencia de que las encuestas que manejan algunos medios nacionales están fallando o están sesgadas.

Sin duda que especular no tiene caso, por ello habrá que esperar qué pasa en el debate del próximo domingo, donde lo que si podemos estar seguros es que Jorge Álvarez no declinará, no porque no quiera, sino porque el orgullo y el ego de Dante Delgado y de Samuel García no está para “quebrarse, para debilitarse”.

Con lo que tienen les dará para subir dos o tres puntos en sus preferencias electorales, pero de que están actuando para dividir el voto, está más que claro. Entre tanto, con su actuar, el emecista reivindicó al líder priista como un referente de sacrificio para salvar la elección, y en ese sentido, el PRI salió ganador como buen operador político.

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