• Spotify
  • Mapa Covid19

Editorial

Migración, otra vez en el ojo del huracán por debate presidencial de los EEUU

Pareciera que lo que pase en Estados Unidos de Norteamérica con el debate presidencial entre Joe Biden y Donald Trump no le importa en absoluto a Chiapas, pero si ignoramos el giro que puede llevar los acontecimiento en aquel país, más temprano que tarde nos daremos cuenta que el conflicto de la migración será, de nueva cuenta, el tema del que se agarren los dos candidatos, uno Republicano y otro Demócrata, para atraer la atención del voto cautivo de quienes “odian” la llegada a dicho país de personas de otras latitudes del planeta tierra.

El gran problema que tiene el vecino país del norte es que sus candidatos están ya algo mayores de edad y sus inconvenientes para hilar lo mejor que le puede pasar a dicho país en materia económica, política y social será cada día una dificultad que tendrán que resolver sus hombres y mujeres de confianza que están atrás de ellos.

Trump, como sabemos, fue en su primera campaña y como presidente de los Estados Unidos, un férreo atacante del tema migratorio. Con Biden, el gobierno mexicano se la llevado “más tranquila”, o, mejor dicho, menos mediático el caso, aunque la instrucción presidencial del lado mexicano fue reforzar la seguridad en la frontera sur y en el norte del país, para contender los flujos de personas.

El debate y el desarrollo de la contienda a celebrarse en noviembre de este año, tiene la mayor relevancia porque se sabe que Donald ha amenazado por cancelar los programas de alivio migratorio, agilizar deportaciones y blindar la frontera norte. Lo que dijo que tomará medidas enérgicas contra la inmigración ilegal y restringir la legal, si es elegido para un segundo mandato de cuatro años, se convertiría en la construcción de una muralla fronteriza.

La edificación del muro en la frontera con México durante su primer mandato es la gran incógnita, de ahí que si es elegido como presidente volvería a las brechas en el muro fronterizo. Su administración construyó 725 kilómetros de barreras a lo largo de la frontera de 3 mil 145 kilómetros.

Ya lo hizo en su primer periodo, endureció las penas y su gobierno retornó miles de migrantes a México y de otras nacionales. No permitir el paso de quienes han viajado cientos de kilómetros recrudecerá los efectos para México, porque tendrá que albergarlos, convirtiéndose en un problema social y económico para el gobierno Claudia Sheinbaum.

Recuerdan el programa “Permanecer en México, que impulsó Trump y que Biden lo eliminó una vez que ganó la presidencia, pues éste volvería a aplicarse cinco años después. Sin embargo, hoy en día se lucha de manera férrea con el paso récord de personas que luchan por cruzar la frontera norte.

La situación se torna delicada porque mientras Trump ha prometido una cacería indiscriminada y detenerlos, la política de Biden ha sido su detención, pero los llevan a la frontera con México para que se regresen. Al final, el mismo problema porque son los mexicanos los que cada día sufren los estragos del asilo forzoso de inmigrantes.

El discurso de Trump es violento e inhumano y con el concuerdan las clases sociales media y alta de Estados Unidos, pero se le olvida que el crecimiento de esta potencia ha sido con la mano de obra de miles de millones de mexicanos, centroamericanos, sudamericanos y hasta de habitantes de los otros continentes del mundo.

No cae nada bien que, en su programa, Donald Trump esté contemplado la preparación de redadas a gran escala de personas que viven en Estados Unidos, sin permiso legal, y concentrarlas en campamentos cada vez más extensos mientras esperan a ser expulsados.

Las miles de deportaciones de personas que en este momento se encuentran en diferentes condados de los Estados Unidos -a pesar de los años que llevan radicados-, su condición de ilegal sería un problema con efectos devastadores para los protagonistas.

Dejar familia, trabajo, toda una vida de añoranza para un mejor porvenir, estaría siendo un riesgo latente. Con ello no se quiere decir que el latino o los mexicanos que viven en aquella nación voten en contra, sino que el tema migratorio será electorero, como suele pasar, y es acá donde seguramente volverán a resurgir las indicaciones de militarizar la frontera sur y norte para no dejar avanzar ni un metro más a los migrantes que aun con todo en contra, sueñan con cruzar un territorio que se ha convertido más peligroso que el desierto mismo que se tiene.

Compartir:

Última hora

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *