El funcionario estatal comentó que para hacer posible estos acuerdos también atendieron peticiones, algunas de ellas que llevaban años ignoradas, principalmente en cuanto a servicios
Marco Alvarado/ Diario de Chiapas
Los esfuerzos por erradicar la violencia de género en las comunidades indígenas continuarán en 2024, como parte de una política pública que quiere mejorar las condiciones de las mujeres indígenas chiapanecas en sus lugares de origen.
Emilio Ramón Ramírez Guzmán, secretario para el Desarrollo Sustentable de los Pueblos Indígenas, dijo en entrevista que no ha sido fácil, sin embargo, está comprometido con hacer realidad un cambio en las relaciones sociales de los pueblos originarios, fortaleciendo las acciones de eliminación de la violencia hacia las niñas y mujeres.
“No ha sido fácil porque hay costumbres, formas de pensar tan arraigadas durante décadas que encontramos cierta resistencia entre algunos varones, sin embargo, el esfuerzo está valiendo la pena, porque hay más comunidades que sí quieren terminar con la violencia de género, y en donde las mujeres están ganando espacios de opinión y decisión”.
El funcionario estatal comentó que para hacer posible estos acuerdos también atendieron peticiones, algunas de ellas que llevaban años ignoradas, principalmente en cuanto a servicios, infraestructura en salud y educación, y mejores condiciones de vida.
De esta manera, los hombres en las localidades donde han celebrado los encuentros se han mostrado más receptivos a escuchar y pensar sobre el problema de la violencia de género, aseguró.
El Copal es de hecho la sexta comunidad indígena de Chiapas en trabajar conjuntamente con las autoridades para llegar acuerdos favorables en la búsqueda del respeto irrestricto a los derechos de las mujeres y niñas, permitiendo que se desarrollen y desenvuelven como parte importante y fundamental dentro y fuera de sus comunidades.
Sobre la realización de estos acuerdos, el titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable de los Pueblos Indígenas comentó que hay resultados, por ejemplo, las decisiones son tomadas en asamblea indígena, en donde hombres y mujeres, voluntariamente acuerdan vivir en un ambiente de armonía, respeto y amor, con el único objetivo de vivir un presente y futuro prometedor y distinto.
También reflexionó sobre la importancia de este esfuerzo por cambiar mentalidades en los pueblos originarios, algo que no se había hecho antes, dando por sentado que las costumbres de estas localidades son inamovibles aunque sean violentas, sin embargo, es en este sexenio que se apostó por cambiar esta realidad, y celebró que haya una semilla sembrada que hace pensar que las y los jóvenes indígenas podrán romper con patrones culturales nocivos para la sociedad.
Estas conversaciones y asambleas se han realizado en las comunidades de Chuchiltón, Majoval, San Cristóbalito y Patentic, del municipio de Larráinzar, así como El Naranjal, del municipio de Chanal y en El Copal, del municipio de Bochil, con el objetivo de modificar comportamientos hostiles que se arraigaron como costumbres de las comunidades y pueblos indígenas.
