Marco Alvarado / Diario de Chiapas
Las restricciones al número de visitantes en los panteones impactó en la venta de flores, algunos de los vendedores afuera del Panteón Municipal, incluso aseguraron que esta vez la caída fue del 70 por ciento.
“Se vendió el cempasúchil, pero no como otros años, la gente pidió menos manojos”, aseguró uno de los vendedores, de nombre Felipe.
Junto a su puesto la variedad de rosas y flores de la temporada llamaba la atención de algunos clientes, pero pocos aceptaban llevar en grandes cantidades.
Una de las compradoras aseguró que este año el ánimo festivo es menor “además, en la casa no andamos bien de dinero y vamos a recordar a nuestros seres queridos de una manera más austera”.
Entre los pasillos de este panteón, los familiares de las personas enterradas se dieron tiempo para limpiar y adornar las tumbas, pero no como en 2019, que hasta mariachi llevaron muchos, sino con un gasto reducido, y apenas tres asistentes por familia; no hubo presencia de niños ni de ancianos.
