ilvano Bautista I. / Diario de Chiapas
El activista Rafael Jiménez Arechar evidenció una serie de fallas en las que incurrió el Ayuntamiento capitalino en la autorización de miles de permisos de construcción sin importar el bienestar o salvaguardar la seguridad y vida de los tuxtlecos.
A decir suyo, cientos de hogares en Tuxtla se han construido sobre cauces de ríos, de arroyos, fallas geológicas y reservas naturales.
Ello, a la par de que no se respeta la ley en el otorgamiento de permisos de bares que están cerca de escuelas, gasolineras que están a lado de colonias, centros nocturnos cercanos a escuelas, desfogue de aguas negras al río Sabinal y relleno sanitario.
Lo anterior ha sucedido porque a los servidores públicos no les interesa el bienestar de la población, lo único que les ha interesado es el dinero. Dijo que la apatía, el miedo, el conformismo, y la comodidad de los ciudadanos ha permitido que los únicos que se organicen sean servidores públicos que impulsen proyectos basados en ocurrencias, los cuales les generen ganancias millonarias para ellos y sus familias y muerte, destrucción, deterioro, inseguridad, degradación de valores y miseria para el resto de ciudadanos tuxtlecos.
Consideró que Tuxtla tiene gente muy preparada, con mucho arraigo y amor a su tierra. “Tuxtla requiere que los ciudadanos nos organicemos y hagamos entender a nuestros políticos, que el no hacer nada, también les afecta a ellos y a sus familias, a pesar de que cuando terminen sus cargos o comisiones, se vayan de nuestra ciudad para nunca volver o volver cuando estimen que los ciudadanos ya olvidamos”.
