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Exigen sanciones severas contra abusadores infantiles

Marco Alvarado/ Diario de Chiapas

Falta reforzar la prevención de la violencia que sufren los niños y niñas en Chiapas, para que ya no ocurran casos tan lamentables como los suscitados en los municipios de Cacahoatán y Benemérito de las Américas, donde una niña y una adolescente, respectivamente, fueron brutalmente asesinadas.

Así lo exigió Elena Villanueva, presidenta de la Fundación “Granito de Arena”, dedicada a la prevención y atención del abuso sexual infantil, quien condenó lo que considera fueron feminicidios, y una muestra de barbarie porque además ambas fueron víctimas de abuso sexual.

“Esto no debió ocurrir, por eso hemos insistido desde la fundación en la necesidad de prevenir los escenarios de violencia que están viviendo niños, niñas y adolescentes en todo el estado”.

En el caso de Cacahoatán, luego de varias horas de haber sido reportada como desaparecida, la mañana de este viernes hallaron muerta a la menor Jarid de seis años de edad, en un camino del ejido El Carmen.

La pequeña había sido privada de la libertad en la comunidad Faja de Oro, donde residía, en el mismo municipio, presuntamente por un hombre al que identificaron como Alfredo “N”, mismo que fue quemado vivo por los pobladores, luego de haber encontrado el cuerpo de la niña.

Versiones extraoficiales señalan que el feminicida habría violado y decapitado a la niña, de seis años de edad, y luego arrojado el cuerpo en el camino que lleva al ejido El Carmen.

Mientras que en el municipio de Benemérito de las Américas, fue encontrada con huellas de violencia y tortura, el cuerpo sin vida de Sulmi Yesenia, una adolescente, de 13 años de edad, que había sido reportada como desaparecida.

De acuerdo con los primeros reportes, el cuerpo de la adolescente fue encontrado en una bolsa de basura, sin que hasta el momento haya indicios del o los responsables de este feminicidio infantil.

Villanueva apuntó que las dos niñas encontradas sin vida y con señas de violación, son una muestra de la necesidad de endurecer las sanciones en contra de los agresores, porque ha ocurrido que no les dan la pena máxima y en poco tiempo obtienen la libertad.

Además, alertó de la gravedad de estos hechos y lo poco que se conoce de ellos, porque señaló que al año se denuncian en Chiapas alrededor de 800 casos de abuso sexual infantil, pero el número real de este tipo de agresiones podría llegar a 10 mil porque la mayoría se queda como un secreto familiar.

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