Adriana Santos / Diario de Chiapas
Madres del Frente Nacional contra la Violencia Vicaria realizaron un foro en Tuxtla Gutiérrez, en el marco de los 16 días de activismo contra la violencia de género, exigiendo al Congreso de Chiapas tipificar este acto como delito.
Las integrantes de dicha organización demandaron que la iniciativa de propuesta a las y los diputados del Congreso del Estado para tipificar este delito en el Código Penal se mantiene en la ‘congeladora’, invisibilizando el daño que causa a las madres el arrebato de sus hijas e hijos.
Durante el foro “Violencia Vicaria, su tipificación como delito”, organizado a iniciativa de la regidora, Adriana Guillén Hernández, y la secretaria de la igualdad de la Mujer del ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, Gely Pacheco Montero, las más de 20 madres y abuelas sobrevivientes de violencia vicaria asistentes manifestaron la urgencia que este tipo de violencia machista sea reconocida e incorporada en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
En presencia de Floralma Gómez Santiz, presidenta de la Comisión de la mujer y la niñez del Congreso del Estado, las madres reclamaron que han pasado seis meses desde que presentaron la iniciativa el 15 de junio de 2022, y ésta permanece congelada, “ni siquiera se le ha dado lectura para que pueda ser analizada en comisiones”.
Por su parte, Micaela Giacobone Schwartz, abogada e impulsora de la ley, quien contó que hace dos años, el padre de sus hijos, Elmar Setzer Pedrero, hijo de ex gobernador Elmar Setzer Marseille, le arrebató a sus hijos cuando ella buscaba independencia económica.
“Esta ley no es en contra de los hombres, tenemos hijos, hermanos, amigos, tíos, padres y abuelos; no se debe entender cómo una ley que se le aplique a los hombres solo por serlo; es sólo para padres agresores que violentan a sus propias hijas e hijos que los separan de la madre, sin importarles el daño que les ocasionan”, dijo.
Asimismo, Eileen Rodríguez, apuntó que en Chiapas son muchas madres que viven violencia vicaria, y relató el calvario que atraviesan en los juzgados para denunciar la violencia.
