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“Incongruente” trabajo temporal en México y EU

Jeny Pascacio / Diario de Chiapas

Extender los programas de trabajo no es la solución para abordar la causa raíz de la migración, por el contrario, buscan abastecer la demanda de mano de obra de empleadores estadounidenses y como una estrategia de Estados Unidos para esquivar la obligación de brindar asilo.

Lo anterior fue señalado por Evy Peña, directora de Comunicaciones y Desarrollo del Centro de los Derechos del Migrante, en el marco de la visita de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, que viajó a México y Guatemala para tratar temas relacionados con el Tratado de Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

“Estados Unidos usa estos programas de trabajo temporal como una estrategia para esquivar sus obligaciones en virtud del derecho constitucional: el de conceder asilo a quien lo necesita”.

Los derechos humanos no fueron una ocurrencia tardía al diseñar estos programas, lamentó Evy Peña, por el contrario, las empresas en EU pueden violar derechos laborales sin miedo a repercusiones y se ponen sus propios intereses como prioridad a costa de la seguridad de las personas migrantes.

“La primera queja laboral se presentó en marzo en el marco del T-MEC por el incumpliendo de Estados Unidos del capítulo 20 del propio tratado comercial al permitir la discriminación contra las mujeres mexicanas en cada paso del proceso desde el reclutamiento”.

Para la CDM se necesita la conciencia para basar la política migratoria en las mujeres migrantes, pues durante los 15 años se documentaron abusos, discriminación, salarios bajos y trata de personas, que evidencian la estructura fallida en este tipo estrategias.

Por el contrario, se deben impulsar políticas regionales que enaltezcan los derechos humanos de las mujeres, impulsando modelos que los garanticen tanto en ellas como trabajadoras, como en sus familias y las comunidades.

En el reciente acuerdo, son las empresas las que determinan quién entra al país, quién es digno de un trabajo, y quién merece condiciones favorables.

“No es suficiente sostener encuentros bilaterales si no se incluyen las voces y experiencias de mujeres migrantes. En lugar de escuchar sus historias, sus casos en corte y su petición sobre el T-MEC. La respuesta del gobierno de Estados Unidos fue aprobar más visas de trabajo sin fortalecer las protecciones de personas migrantes de manera significativa”.

Lo que solicitan las organizaciones defensoras es que las mujeres migrantes, sus prioridades y sus experiencias les den forma a las políticas migratorias a través de la elaboración de un grupo de trabajo binacional con tres elementos clave: 

El primero se enfoca en tener la representación de mujeres migrantes que son directamente afectadas por la política migratoria. El segundo en ver el tema de manera holística, con un rango completo de asuntos migratorios, desde la migración laboral hasta la externalización de la frontera y la Unidad de Familias Transnacionales.

En el tercer elemento, la organización establece contar con un grupo de la sociedad civil que

trabaje directamente con las personas afectadas que llevan sus casos y les acompañan para acceder a los sistemas de justicia.

“Este grupo de trabajo es el primer paso para asegurarnos que la política migratoria de la región refleje las voces de las mujeres migrantes, es un paso relativamente fácil pero indudablemente crítico, las trabajadoras migrantes merecen condiciones dignas y las personas solicitantes de asilo merecen seguridad y permanencia”.

“Estos programas deben ser reformados no expandidos. Es una propuesta incongruente para las personas que huyen de situaciones peligrosas”, como el caso de Honduras y El Salvador, países que no fueron visitados por la funcionaria estadounidense, Kamala Harris.

Las visas para trabajadores huéspedes no son una respuesta a las causas fundamentales de la migración. Al responder a las personas que buscan seguridad en la frontera sur, insto a la vicepresidenta Harris a que no se deje tentar por soluciones fáciles que agravarían las desigualdades en nuestro sistema de inmigración.

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