Piden desaparezca Instituto de Migración

José Cancino / Tapachula
Activistas y defensores de derechos humanos exigieron la desaparición del Instituto Nacional de Migración (Inami), ya que la regulación migratoria en México solo es una falacia y su presupuesto millonario debería ser utilizado en temas de seguridad y programas de verdadero impacto positivo para la sociedad.
Señalaron que el Inami únicamente ha servido para que los funcionarios de los tres órdenes de gobierno se corrompan, como las fiscalías estatales, el INE y hasta el registro civil.
Recientemente, el coordinador de oficinas de representación de dicho instituto, Héctor Leoncio Martínez Castuera, fue captado en varios municipios de Chiapas entregando costosos regalos, además de las declaraciones del mismo comisionado Francisco Garduño Yañez, en Ciudad Juárez, donde hizo mención que ya no pueden con los migrantes y la crisis los ha rebasado.
En este sentido, activistas como Irineo Mujica, director de Pueblo Sin fronteras, criticó el gran presupuesto que se gasta el Inami en una lucha estéril para controlar la migración.
“Pedimos que les den algún tipo de documento para que salgan y no se aglomeren las personas. Esto es un desastre y hay que resolverlo con los Estados Unidos”, planteó recientemente.
Resaltó que el gobierno mexicano prácticamente entrega a los migrantes al crimen organizado, porque al simular una atención lo único que hacen es ponerles más candados, para que los extranjeros se vean en la necesidad de engancharse con los polleros, exponiendo su propia vida.
“Se me hace complicado porque hay muchas muertes en el camino y no tenemos por qué alimentar más al crimen organizado”, advirtió el activista, luego de dar a conocer que en los próximos días llegarán a Tapachula más de 35 mil migrantes que ya transitan por centro y Sudamérica.
El fenómeno migratorio es utilizado por malos funcionarios para llenarse los bolsillos y amasar grandes fortunas, como el caso de los últimos titulares que ha tenido Chiapas. Para ejemplo, el tabasqueño Carlos Alberto Santiago Hernández, quien en contubernio con Farah Gertrudis y varios agentes corruptos operan para exprimir a los migrantes.