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Letras Desnudas

Mario Caballero

 

Cínico oportunista

En lugar de cumplir con la función diplomática que le entregó el presidente de la República, el hoy cónsul en la ciudad de Orlando, Florida, volvió a dar muestra del político cínico y oportunista que es y, seguramente, seguirá siendo.

Fiel a su estilo, Juan Sabines Guerrero buscó ser aquí en Chiapas el centro de la atención mediática. A pesar de que su encargo es asistir a nuestros compatriotas en Estados Unidos para brindarles asesoría legal, orientación o trámites de ciertos documentos, volvió a utilizar el cargo para hacerse promoción política. ¿Y qué hizo?

En primer lugar, contradecir las órdenes del presidente Andrés Manuel López Obrador de no aprovecharse de los cargos públicos y de los recursos de éstos para hacer proselitismo político.

En segundo lugar, contradecir también las indicaciones de las autoridades mexicanas de la salud de mantener la sana distancia, permanecer en el hogar (en este caso en la residencia del consulado mexicano en Orlando) y evitar las aglomeraciones, ya que el exgobernador de Chiapas abandonó su oficina para viajar treinta y siete kilómetros a la ciudad de Kissimmee, a donde llegó la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden.

Sí, Sabines Guerrero salió del consulado, viajó a otra localidad, estuvo en un evento público donde hubo cierta aglomeración y supuestamente saludó a varios funcionarios del gobierno estadunidense, entre ellos la esposa del presidente Biden, a Anthony Fauci, titular del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y al congresista Darren Soto.

La imagen del aparente encuentro es tanto escandalosa como farsante. Jill Biden aparece en el centro, con Fauci y Soto a su derecha y Sabines acompañado por su esposa a la izquierda.

El escándalo de esa imagen estriba en que Juan Sabines, en el afán de promocionarse, cometió la enorme irresponsabilidad de viajar sabiendo que eso implicaba el riesgo de que alguno de sus acompañantes contrajera el coronavirus. Incluso, que tras el probable contagio de alguno de ellos se propagara el virus entre el resto de los trabajadores del consulado y entre las personas que acuden a la oficina consular por atención.

La farsa consiste en el fin político que el exmandatario le dio a la imagen y al propósito de la visita de la primera dama al estado de Florida.

Sabines Guerrero dijo en sus redes sociales que le había entregado a la primera dama de Estados Unidos el saludo del Gobierno de México, así como del canciller Marcelo Ebrard y del embajador Esteban Moctezuma. Y a través de la prensa local, sí, los mismos que fueron sus aliados durante los seis años de saqueo a las arcas de Chiapas, publicó también que le agradecía por impulsar la campaña de vacunación contra la Covid-19 en la comunidad hispana de Florida.

Pero mintió.

A las personas les encanta la idea de tener funcionarios públicos humanitarios, que sean abnegados y que se sacrifiquen por el bien de los gobernados. Si no me cree, pregúnteles a los millones de electores que votaron el 6 de junio por los candidatos de Morena debido al empuje que el gobierno federal le dio a la campaña de vacunación.

Sin embargo, lo de Juan Sabines no es un acto humanitario, ni una muestra de abnegación y mucho menos un sacrificio, sino una treta mediática para hacernos creer que es un personaje importante que se codea con personajes sobresalientes del gobierno gringo.

Si en verdad fuera humanitario, abnegado y sacrificado, ni siquiera hubiera hecho el viaje y todo el tiempo que el consulado a su cargo estuvo cerrado debido a la pandemia del coronavirus hubiera diseñado una estrategia para seguir atendiendo en tiempo y forma las solicitudes de nuestros paisanos en Orlando. Porque muchos de ellos siguieron viviendo, a pesar de la pandemia, en el más monstruoso desamparo y en condiciones laborales inhumanas.

Por otro lado, hay que saber que la primera dama de Estados Unidos llegó a Florida no para impulsar la vacunación entre la comunidad hispana residente en el estado, sino por la emergencia que existe en el lugar debido a la propagación de la variante Delta del coronavirus, que es más contagiosa y peligrosa.

Los funcionarios de salud lanzaron la señal de alarma de que los contagios de esta nueva mutación del virus se multiplicaron rápidamente y lo peor del asunto es que hay un amplio sector de la población en Florida que se niega a aceptar la vacuna.

Jill Biden llegó a dicho estado precisamente para inspirar confianza entre su gente, a hacerles ver que la enfermedad está empeorando y que la vacunación es la mejor salida que tenemos.

Como podemos ver, Juan Sabines miente al decir que Biden visitó la localidad para impulsar la campaña de vacunación, llamada #WeCanDoThis (#JuntosPodemos, por su traducción), entre los hispanos.

Más allá de que el gobierno estadunidense haya hecho extensiva la vacunación a todos los migrantes que habitan en su país, así como a los extranjeros que quieran viajar para recibir la vacuna de una sola dosis en los distintos centros de inoculación instalados en las entidades en territorio fronterizo, la esposa del presidente Biden llegó a Kissimmee preocupada por la situación que está viviendo su gente y a pedirles que tengan confianza en las vacunas, y por eso mismo se hizo acompañar de Anthony Fauci, quien es el encargado de la estrategia contra la pandemia. Y no lanzó la campaña a un grupo en específico, sino a todos los habitantes de la región.

Sabines Guerrero se robó la nota y de qué manera: altos funcionarios del gobierno norteamericano y la esposa del mismísimo presidente Joe Biden llegan a un estado donde la propagación del virus está poniendo en riesgo la vida de millones de personas con tal de motivar la vacunación, y con ello evitar más muertes, y el exgobernador de Chiapas viaja a tomarse la foto, misma que utiliza para hacerse promoción política aquí en Chiapas haciendo alarde de que está trabajando por la comunidad hispana.

Pero si hace más de un año fue capaz de utilizar con fines mediáticos la enfermedad y posterior muerte de su señora madre, doña María de los Ángeles Guerrero, que contrajo Covid y que se agravó debido al cáncer que ya padecía, ¿qué más podíamos esperar de él en este caso?

En conclusión, la foto con Jill Biden fue un exitazo para el exgobernador, que contradijo las órdenes del presidente AMLO, desacató las medidas sanitarias y obtuvo sus cinco minutos de fama en la prensa chiapaneca.

Por todo esto no me cabe la menor duda de que en manos de Julio Sabines Chesterking, quien acaba de ser ratificado como magistrado de la Tercera Sección de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, está tal vez la única oportunidad de que el apellido Sabines no siga siendo relacionado con el oportunismo, cinismo y corrupción de su medio hermano, el cónsul Juan Sabines Guerrero.

 

@_MarioCaballero

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