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¿De qué triunfo legítimo habla Mariano Díaz?

Letras Desnudas

Mario Caballero

 

¿De qué triunfo legítimo habla Mariano Díaz?

Permítanme comenzar con una historia real.

Tres días antes de las elecciones del seis de junio, los representantes de los partidos del Trabajo, Podemos Mover a Chiapas, Chiapas Unido, Redes Sociales Progresistas, de la coalición PRI-PAN-PRD y de candidatos independientes, denunciaron que ochenta y tres boletas que se usarían para elegir al presidente municipal de San Cristóbal de las Casas estaban extraviadas.

Ese mismo día, en conferencia de prensa, Mercedes Ramos Díaz, representante del partido Podemos Mover a Chiapas, informó que tras la revisión se percataron primero de que habían tres boletas duplicadas y tres boletas faltantes. Los integrantes del Consejo Municipal Electoral del IEPC les dijeron durante el conteo que se realizó en la sede de dicho consejo que lo más probable era que se tratara de un error de imprenta. A grandes problemas, absurdas respuestas.

Horas más tarde, los representantes de los partidos se dieron cuenta que al contar las boletas correspondientes a la casilla del seccional electoral número 2098 no faltaban tres, sino 83. Y el horror de ese día apenas comenzaba.

Otra anomalía que encontraron fue que las 317 boletas de ese mismo paquete venían marcadas con el Distrito 22, que corresponde al municipio de San Juan Chamula, y no con el número cinco, de San Cristóbal de las Casas.

Cabe decir que por todos estos hechos los representantes de los partidos políticos interpusieron una demanda ante la Fiscalía Electoral.

Pero esta historia apenas inicia.

Gerardo Gabriel Jiménez Urbina, representante de Chiapas Unido dio a conocer que desde el 31 de mayo, fecha en que inició la entrega de los paquetes electorales, los representantes de los distintos institutos políticos fueron citados a las nueve de la mañana, pero cuando llegaron a la bodega que resguardaba el material y la papelería electoral ya había sido abierta, y dijeron que desde las 08:45 de la mañana, cuando legalmente ésta debió haber sido abierta a la hora indicada y ante la presencia de todos los representantes.

Ante esa irregularidad, la presidenta del Consejo Municipal Electoral, Guadalupe Gómez Campo, no les dio ninguna explicación. Y tampoco hizo nada ante la denuncia del partido Chiapas Unido de que horas antes de la elección habían personas, aparentemente operadores políticos del PVEM, comprando votos en las cercanías de las casillas de votación.

En lo concerniente a las boletas desaparecidas, Agustina Martínez, representante de uno de los candidatos independientes, lanzó la siguiente advertencia: “con una sola (boleta) se puede poner en marcha la operación carrusel, que consiste en entregarle a un elector una papeleta ya marcada, y al momento que reciba el documento de los funcionarios de casilla, lo oculte para luego entregárselo al representante de partido y reciba el dinero que le prometieron. Aquí hay 83 boletas faltantes. Imagínense lo que se puede hacer con eso”.

Traigo a colación esta historia a propósito de las declaraciones de Mariano Díaz Ochoa, quien al saber que las autoridades electorales anularon la elección de San Cristóbal y la constancia de mayoría que lo proclamaba alcalde electo de ese municipio, dijo: “no vamos a permitir que nos arrebaten en la mesa lo que los sancristobalenses decidieron en las urnas”, “fue una jornada totalmente ejemplar” donde la población salió a votar “con tranquilidad”.

 

EL FRAUDE

¿De qué jornada ejemplar habla? ¿En serio cree la farsa de que la gente salió a votar con tranquilidad y que él ganó legítimamente en las urnas? Porque de acuerdo con la conclusión de la historia anterior, y basados en los descubrimientos del máximo árbitro electoral de Chiapas, la jornada no fue ejemplar, la gente no votó con tranquilidad y él incurrió en una serie de irregularidades para ganar la alcaldía.

Para empezar, se descubrió que se rompió la cadena de custodia de ocho paquetes electorales, ya que cuatro de ellos fueron entregados en la bodega del Consejo Municipal Electoral dos días después de la recepción legal, es decir, el ocho de junio, y los otros cuatro jamás fueron entregados. Situación que fue corroborada con las actas de recepción de paquetes electorales.

Además, en las pruebas aportadas por los demandantes de la impugnación se refiere que dentro de esa anomalía participaron tanto operadores políticos de Mariano Díaz como integrantes del Consejo Municipal Electoral del IEPC. Por lo que se infiere que él sobornó a las autoridades electorales para contar con su complicidad.

Respecto a la apertura de la bodega, se comprobó a través de videograbaciones que ésta fue abierta el ocho de junio con la finalidad de introducir cuatro paquetes electorales, mismos que fueron entregados en manos de la presidenta de dicho consejo, Guadalupe Gómez. No sólo eso. Se probó que las 83 boletas que fueron sustraídas, después de ser agrupadas y selladas, fueron asignadas de manera completa a la casilla 2098 C1.

También se comprobó que esas 83 boletas no fueron entregadas a la presidenta de la mesa directiva de la casilla, tal como lo quiso hacer pasar Guadalupe Gómez, quien fue la que elaboró el acta circunstanciada correspondiente. Si no fueron encontradas en la bodega electoral al dar inicio la recepción de los paquetes electorales, junto con otros documentos de la misma índole, de lo cual dieron fe el Fiscal Electoral y la Oficialía Electoral del IEPC. Esto igualmente fue corroborado con videos de la bodega.

Por otro lado, Mariano Díaz fue sancionado por vulnerar el principio de equidad, pues colocó espectaculares en diversos puntos de la ciudad, los cuales influyeron en su beneficio, al contener propagada con el emblema de su partido, su nombre, imagen, cargo por el que participó y el eslogan de su campaña política.

En fin, el Tribunal Electoral local, al observar las pruebas, decidió anular la elección y ha ordenado que se realice un nuevo proceso electoral en San Cristóbal de las Casas.

 

¡ENTENDÉ PUES!

Creo que Mariano Díaz debería entender que los sancristobalenses no lo quieren otra vez como presidente municipal. Lo repudian. Por eso perdió esta elección y la del 2018. Pues ya son dos veces que los defraudó, y esas mismas veces tan sólo ocupó el cargo para enriquecerse y disfrutar del poder. No hizo nada por el bienestar ni por la seguridad de las familias.

A todo esto, en el reciente proceso electoral fue acusado de ejercer violencia contra sus opositores políticos y de recibir apoyo y financiamiento de la actual alcaldesa de San Cristóbal, Jerónima Toledo, quien le pidió a cambio protección por las diversas corruptelas.

Yo, por lo pronto, celebro que estas elecciones se hayan anulado. El pueblo de San Cristóbal no merecía ser nuevamente gobernado por un político corrupto, que en el año 2011 fue arrestado por asociación delictuosa, peculado, ejercicio ilegal del servicio público y por cometer un daño patrimonial al erario municipal durante su segundo periodo como alcalde de San Cristóbal por arriba de los 17 millones de pesos.

Un corrupto siempre será un corrupto. Mariano Díaz acusa que le quieren ganar en la mesa lo que él ganó en las urnas: sí, las que él mismo rellenó con votos comprados y las que quiso hacer desaparecer con la presunta complicidad del IEPC. ¡Vaya triunfo!

 

@_MarioCaballero

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