Letras Desnudas
Mario Caballero
La aprobación de Rutilio Escandón
El gobernador Rutilio Escandón Cadenas aumentó casi dos puntos en aprobación social este mes de marzo. Con lo cual se convierte, según informes de Consulta Mitofsky, en el cuarto mandatario mejor aprobado del país.
Considero que Consulta Mitofsky ha publicado la encuesta más completa hasta ahora sobre la aprobación de los gobernadores de México. Expertos en la materia refieren que es la empresa privada con la mejor metodología de recolección de datos estadísticos y la más confiable. En su ejercicio más reciente entrevistó a 41 mil 865 personas mayores de 18 años y con dispositivos móviles con acceso a internet. Lo que nos dice que la respuesta sobre el desempeño del Dr. Escandón viene de chiapanecos más informados, más críticos y de mayor nivel de escolaridad.
Pero, ¿de qué nos sirve saber si el gobernador Rutilio Escandón tiene alto puntaje de aceptación? ¿Tiene acaso ese dato alguna repercusión en la construcción social?
Pongamos todo en contexto. Partamos de que el gobernador ha logrado un importante incremento en su aceptación mientras otros mandatarios con más tiempo en el poder, o con mayores recursos económicos, o en entidades más desarrolladas que la nuestra perdieron puntos ante la sociedad que gobiernan.
Mauricio Vila, de Yucatán, perdió 7.5 por ciento de su aprobación en un solo mes. A pesar de que sigue teniendo un gran respaldo popular, en los últimos cinco de los 17 meses que lleva en el gobierno ha perdido 18.7 puntos, quedando con 60.6. Su descalabro se debe a que los ciudadanos consideran que los nuevos impuestos establecidos por su administración están dañando la economía familiar, además de que sienten que es insensible a las necesidades de los yucatecos y sospechan de corrupción.
El priista Quirino Ordaz, de Sinaloa, quien es el segundo gobernador mejor calificado, perdió 1.9%. De los cuatro mandatarios es quien tiene más tiempo gobernando, 38 meses. Después de que tuvo un aumento en su aceptación, llegando a 64.8 en enero, la gente comenzó a perderle confianza por la falta de transparencia en la aplicación de los recursos públicos, por los velados actos de corrupción y la crisis de inseguridad. Hoy cuenta con 60.4 por ciento.
Y Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, se posiciona en el tercer lugar con 54.7 por ciento de aprobación, pero de diciembre a marzo perdió 5.5%.
Sheinbaum cuenta con un presupuesto que supera al de Yucatán, Sinaloa y Chiapas juntos. Pero con todo y los 238 mil 975 millones de pesos que ejercerá en 2020 ha fracasado en los temas de violencia, inseguridad y manejo de las protestas. Sus gobernados, que habitan la entidad más desarrollada del país, califican su gestión como indolente a la violencia de género e incapaz de trazar estrategias de combate al narcomenudeo y a los feminicidios.
A contrapelo, los números de Mitofsky indican que el gobernador de Chiapas habría ganado de octubre de 2019 para acá 3 puntos de aprobación. Hoy alcanza el 53.3%.
En el estado más pobre de México, los chiapanecos creen que la estrategia contra la inseguridad, la transparencia en los recursos, las políticas públicas, el restablecimiento de la legalidad, los programas sociales y el combate a la corrupción han sido eficaces para la estabilidad y la consecución de la paz.
GOBIERNO QUE GOBIERNA
El gobernador Rutilio Escandón Cadenas es un político disciplinado, prudente, alejado de los escándalos y consciente de que no hay gobierno sin justicia y sin aplicación de la ley.
Las cifras de Mitofsky parecerían dar cuenta de quince meses de una administración a la que le ha costado mucho sudor y esfuerzo dar avances importantes en la recuperación del tejido social después de varias décadas en las que se vivió la mayor perversidad política de los viejos dueños del poder.
En eso también reside la aprobación social del Ejecutivo estatal: lograr la confianza de la gente a través de un proyecto de gobierno que ha puesto su acento en la lucha contra la corrupción y la impunidad, ajustado en principios de austeridad, transparencia y respeto al Estado de derecho.
La profunda crisis que antecede al presente gobierno representa cincuenta años de atraso, de saqueo, falsa democracia, complicidades y concesión de los recursos estatales a empresas privadas, crisis que hundió a Chiapas en la desigualdad, la pobreza, la violencia, la inseguridad y la inmoralidad pública. Situación que hartó a la sociedad hasta hacerla clamar por un cambio de régimen.
¿Cómo creer en la política cuando vemos que un gobernador desaparece 11 mil millones de pesos que servirían para reparar los daños ocasionados por el huracán Stan en 2005 y para reconstruir las viviendas de miles de familias que hasta el día de hoy no han podido recuperar sus propiedades? ¿Cómo creer ante la indolencia de los funcionarios que ni siquiera se inmutaron por la muerte de más de una treintena de recién nacidos en un hospital público de Comitán?
¿Cómo creer en la política luego de atestiguar la rapiña de un gobierno que endeudó al estado por más de 40 mil millones de pesos, que entregó permisos de explotación minera a empresas afines al gobernador, que creó empresas fantasma para desviar recursos, que vendió, liquidó y adjudicó bienes propiedad de los chiapanecos y que hoy pertenecen a particulares, que utilizó a los poderes del Estado para su autocomplacencia, para venganzas políticas y para brindar impunidad a políticos corruptos? Tal como lo fue el sexenio de Juan Sabines Guerrero.
Y, ¿cómo confiar ante la incompetencia de quienes nos gobernaron recientemente para resolver los conflictos sociales, políticos, magisteriales, estudiantiles y agrarios? ¿Cómo? Si lo único que les importó fue llenarse los bolsillos y hacerse de propiedades al amparo del poder.
Que el gobernador Escandón Cadenas haya logrado que la gente volviera a confiar en la política es un mérito muy encomiable.
Pero no podemos soslayar que detrás de esa confianza, de la aprobación social, están las Mesas de Seguridad que hicieron de Chiapas una de las entidades más seguras del país. También los programas sociales, el apoyo al campo, la reducción de los sueldos a los altos funcionarios, el uso de las aeronaves para el traslado de pacientes graves, el fomento a la inversión pública y privada, la instalación de mesas de diálogo, la recuperación de predios invadidos y el efectivo combate a la corrupción, que puede verse con la aprehensión del exsubsecretario Giovanni Campos Amaya que extorsionaba y se enriquecía abusando de su autoridad.
No podemos olvidar las enormes acciones que ha venido tomando el mandatario ante la crisis sanitaria del coronavirus. Ordenó el despliegue de medidas de prevención y la instalación de clínicas alternas en diversos municipios del estado. Hace poco convirtió al Poliforum Chiapas en Clínica de Atención Respiratoria.
GOBERNABILIDAD
La alta aprobación social del Dr. Escandón Cadenas no sólo nos habla de su capital político y respaldo popular, sino también de que, a pesar de las dificultades económicas, del descontento y de la crisis sanitaria mundial, el desempeño y los logros del gobernador están consiguiendo ese reencuentro de la sociedad con la política y las ganar de volver a creer. Eso, en buen castellano, se llama gobernabilidad. ¡Chao!
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