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“La más larga caminata comienza con un paso.” Proverbio Hindú

Reflexiones

Fernando Álvarez Simán

 “La más larga caminata comienza con un paso.”

Proverbio Hindú

La historia del cine en la India inicia poco años después de que nació el cinematógrafo y la industria mundial del también denominado séptimo arte. Los hermanos Lumiere realizaron la primera proyección con el cinematógrafo, en París, el 28 de diciembre de 1895. Dos años más tarde, en Calcuta se presenta la primera proyección. En 1913 se realiza el primer largometraje y para 1930 en el país se produjeron 200 películas.

Las películas del “cine mudo” causaron un gran impacto entre la población del país. Pero su verdadero despeje inicia con el “cine sonoro”. El número de su población, la diáspora, la diversidad cultural y de idiomas, hicieron que pronto, las temáticas de sus producciones cinematográficas ofrecieran una gran variedad de argumentos. Esa diversidad se observa en temáticas cinematográficas que abordan la extensa mitología hindi, las tradiciones populares de sus distintas regiones y las adaptaciones de éxitos cinematográficos occidentales.

Visto desde la perspectiva histórica, el cine de la India ha sido una plataforma para fortalecer la identidad nacional y más recientemente, mientras gana popularidad en el mundo; se ha convertido en un vehículo para derribar estereotipos culturales y convertirse en el embajador cultural de un país que busca la presencia global.

Las películas que la industria produce son esencialmente musicales; se integran al guion canciones y bailes son de la preferencia de la audiencia que por televisión o en las salas de los cines observa los “cortos de avance” de las películas por estrenar o “trailer” como se le denomina ahora y que generalmente son precisamente extracto de los bailes y las canciones de las producciones.

En promedio, una película de esa industria tiene de duración tres horas, por la cantidad de canciones y bailes que incluye y tradicionalmente en un mismo filme se mezclan las categorías de acción, drama, comedia y romance. Este tipo de películas son las más populares y reciben el nombre de “películas masala” en honor de una comida típica del subcontinente que mezcla varias especias. Ante un nuevo estreno, el público no piensa en el tiempo en que estará en la sala, literalmente siempre dice: “espero que mi dinero valga”.

La industria cinematográfica hindi emplea a miles de personas como personal técnico y su éxito atrae cada año a miles de aspirantes a actores y actrices que abarrotan las agencias de representantes y los castings con la esperanza de convertirse en estrellas y que obviamente muy pocos de ellos logran.

Desde 1970, occidente fija su atención en la industria fílmica hindi. Ese año la industria superó a Hollywood como la mayor productora de películas. Periodistas americanos y británicos acuñaron el término genérico como se le conoce ahora al cine hindú: Bollywood. Obviamente el acrónimo hace referencia a Hollywood, California, la sede de la influyente industria americana de la cinematografía.

Bollywood produce anualmente un promedio de dos mil películas anuales y ninguna otra industria del mundo incluida Hollywood la supera en ventas de entradas. Estas ventas rondan cerca de los 3 mil 600 millones por año. Una cifra que representa mil millones de entradas en taquilla más que las que genera Hollywood.

Criticada fuertemente por la mala calidad de sus efectos especiales, la industria cinematográfica hindú ahora se la lanza al mundo con superproducciones millonarias globales, la contratación de técnicos y escenarios de todas partes del mundo y la asociación con las grandes productoras americanas.

Bollywood la meca de la industria hindi

Desde que llamó la atención de occidente, el cine hindú recibe el nombre genérico de “Bollywood”, acrónimo que condensa la palabra de su competidor Hollywood, California y la de la sede principal de la industria; la ciudad de Bombay y que ahora se llama Mumbai.

El término Bollywood intenta condensar lo que en realidad es una industria más compleja. En Bombay, ahora Mumbai; la segunda ciudad más poblada de la India solo detrás de Nueva Delhi, se encuentra asentada la industria cinematográfica nacional en idioma hindi, que genera el 43 por ciento de la taquilla total nacional. Pero además de Mumbai, hay centros de producción cinematográfica en otras seis grandes ciudades.

Existe también el “cine del sur de la India” que condensa la industria en otros cinco idiomas nacionales y representa el 36 por ciento de los ingresos totales por taquilla. Esta industria del sur, se desarrolló paralela e independiente del cine de Bollywood, pero con el tiempo, el intercambio de actores, técnicos y artistas; la vinculación con Bollywood es cada vez más fuerte.

A Bollywood y al cine del sur, se le une también el denominado “cine regional” que representa el 21 por ciento restante de la taquilla nacional. Este tipo de cine es el realizado en lengua Bengalí y es conocido también como “Tollywood” por el área de la ciudad de Calcuta en donde se asienta, llamada Tollygunge.

A diferencia de Bollywood y el cine del Sur, el cine producido en bengalí por “Tollywood” es de bajo presupuesto, pero más preocupado por la estética y la posproducción. A pesar de que sus producciones no son muy ostentosas, su éxito entre el público bengalí es también extraordinario.

Sea de Bollywood en Mumbai, del cine del sur o del bengalí de Tollywood, en occidente el nombre genérico de la industria es Bollywood y sus estrellas son celebridades nacionales que prácticamente arrasan multitudes en cualquier presentación pública. Incluso, a pesar de lo que parecieran altos salarios para los actores en la industria de California; en la India, en cualquier producción sus estrellas absorben en salarios el 40 por ciento del total de la producción. En Hollywood, ese porcentaje de salarios es de solo el 20 por ciento.

La sombra que amenaza a la industria es la piratería en formato DVD. Cada año, el cine nacional pierde recursos ante ese fenómeno comercial lo que ha obligado al gobierno a reducir los impuestos a la industria, a sus estrellas a reducir sus casi estratosféricos salarios y a los comercializadores a mejorar las salas cinematográficas. También, las grandes compañías industriales de la India, están comenzado a invertir en el cine.

El crecimiento

Debido a su proximidad con la India, las primeras exportaciones de la industria se realizaron hacia los países vecinos y con afinidades culturales como Nepal, Bangladesh, Afganistán y Pakistán. Este último país prohibió la entrada de la industria fílmica hindi; pero no pudo detener la piratería y la oferta de películas vía la televisión por cable. Además, la industria fílmica pakistaní moderna, dependió de su arranque de los técnicos que llegaron de su vecino país.

De hecho, muchos países de Asia fomentan la exhibición de las películas de la industria de la India, porque la consideran más afín a sus costumbres que las producciones occidentales. Desde la época soviética, las películas solo eran superadas en popularidad en Rusia por las producciones nacionales. En China, las películas hindis siempre están en el ranking de las más vistas anualmente.

La diáspora hindú por el mundo, hizo que la popularidad de la industria y sus artistas llegara al resto del planeta. Las producciones son vendidas en China, Rusia, Nigeria e incluso Estados Unidos, donde se encuentra la cantidad de hindis más grande fuera del país. Particularmente, un país de gran éxito para sus producciones es Alemania. En total, la industria llega a 90 países y las ventas en el extranjero representan el 12 por ciento del total de sus ingresos.

Hasta el año pasado, 30 de las empresas productoras nacionales cotizaban en la bolsa de valores de la India. Pero la industria, de acuerdo a sus datos oficiales, documenta que existen poco más de mil compañías, asentadas legalmente en 20 ciudades distintas. La industria, pensando en el mercado exterior, produjo en el 2019, once filmes completamente en inglés.

Considerando como producciones vulgares a la cinematografía nacional, las clases altas consumían cine inglés y americano. Pero las clases populares desde el inicio de la industria se lanzaron a las salas de proyección, los cines o cualquier otro lugar donde se exhibieran las películas. Esa percepción hoy ya no es promovida y la clase política, consciente de su influencia nacional y las posibilidades internaciones, promueve la creación de premios y festivales nacionales y la creación de escuelas para la dirección cinematográfica y la actuación.

Saliendo al mundo

En el 2015, el entonces presidente americano Barack Obama visitó la India, en su primera oportunidad de dirigirse a los ciudadanos dijo: “señorita, bade bade deshon mein” traducido del hindi al español, eso significa “señorita, en grandes países, pequeñas cosas como esta siguen ocurriendo”. Ese es el diálogo inicial de la película “Dilwale Dulhaniya Le Jayenge (el corazón valiente se llevará a la novia) cuyo título popularmente se abrevia DDLJ.

La película de 1995 y de corte romántico; estuvo 20 años ininterrumpidos en cartelera, tiene fanáticos en todo el mundo y contribuyó a la expansión internacional de la industria hindi. Hoy las principales productoras americanas invierten en las películas del subcontinente; ya sea en Mumbai, el sur o en la industria bengalí.

En promedio, una producción cinematográfica ronda el equivalente a los 20 millones de dólares. Casi la mitad de los cuales eran absorbidos por los salarios de las estrellas. Esa situación afectaba los decorados, el vestuario y los efectos especiales; que eran inferiores a los de cualquier otra producción en el resto del mundo. En los años 90s del siglo pasado, esa situación cambió.

A la India hoy llegan dobles de acción del cine hongkonés y de Taiwán, directores de películas de acción también de Asia, editores, guionistas, fotógrafos y camarógrafos americanos y los temas son ya globales, retratando incluso la vida de la diáspora y filmando en las grandes urbes mundiales con grandes presupuestos. Londres, París, Singapur, son ciudades recurrentes en la filmación de las películas.

Las populares plataformas de “streaming” incluyen ya los títulos más recientes de la industria hindi, ofreciendo una nueva opción a los espectadores. La calidad de sus producciones avanza al mismo tiempo que su influencia internacional. Y por ello, el gobierno del país promueve a la industria combatiendo la piratería, formando bajo su costo a los recursos humanos siendo también garante de muchos de los créditos bancarios de nuevas compañías.

País inmenso con múltiples cultura y problemas nacionales; en la India el cine es el pasatiempo favorito solo rivalizando con el criquet. Ese pasatiempo otorgó una identidad nacional que comenzó con artistas, actores y cantantes que recorrían el país contando las epopeyas de los héroes y los seres mitológicos nacionales y que luego pasó al teatro nacional y ahora a las salas cinematográficas. El cine es memoria e identidad, la India lo recuerda todos los días.

*Docente-Investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas

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