Desde mi Trinchera
Diego Victorio
La reforma de un hombre de Estado (segunda y última parte)
El clima, después de la pandemia, al que llamaré postcoronavirus, será altamente volátil en la atmósfera política aldeana.
Si me permite la expresión, lo vaporoso del escenario electoral será directamente proporcional al factor postepidemia.
El COVID-19 dejará un marcado antes y después.
Y como lo señalé en la primera parte de esta saga, en el recuento de daños habrá resucitados y cadáveres, describiéndolo en un estricto lenguaje político.
Es aquí donde la reforma a los artículos 98 y 178 del Código de Elecciones y Participación Ciudadana que solicita la postergación del inicio del proceso electoral local a petición expresa del Jefe del Ejecutivo, se convierte en una herramienta imprescindible en las decisiones de quién sea designado el gran elector del proceso comicial intermedio del próximo año.
De NO haber preparado la iniciativa que sugiere al Congreso de Chiapas una adenda para que difiera tres meses el inicio del calendario electoral local, los tiempos de los procesos internos de los partidos políticos y de las intenciones de alianzas, candidaturas comunes y coaliciones entre institutos políticos se hubieran llevado a cabo en su periodo ordinario, de acuerdo a expertise en la materia, justo en los meses que los gobiernos estuvieran lidiando con las cifras finales de la epidemia.
Sin contar con resultados cuantitativos, sobre la aceptación o reprobación de los personajes ni de los partidos políticos.
La gente que habrá de tomar las decisiones político-electorales en la aldea hubiera decidido basándose de los resultados demoscópicos con los que había evaluado a los pretensos y partidos políticos antes de la emergencia sanitaria.
Con el diseño quirúrgico de la iniciativa de ley, el cuarto de ideas desde donde arrastrará el lápiz el gran elector, tendrá un horizonte más amplio para definir candidatos que no hayan salido raspados por la epidemia.
Y, por ende, jugar con los colores para armar (parciales o totales) las alianzas, candidaturas comunes y coaliciones, en los Distritos donde se reflejan los focos rojos.
Y es que, de aprobarse la iniciativa enviada al Congreso local, que ya fue turnada a comisiones, los partidos políticos recorrerán, de facto, las fechas de sus procesos internos.
En ese mismo sentido, se aplazará la calendarización que instruía a los institutos políticos enviar al órgano electoral las cartas de intención de coalición, candidatura común o alianza.
Son noventa días de, stand by, para los partidos políticos y suspirantes a cargos de elección.
Pero del otro lado de la moneda, son tres intensos meses donde el gran operador electoral, deberá armar el rompecabezas que garantice salir ileso en el verano de 2021.
Sin duda, el principal tema que estará bajo objeto de estudio, es la relatividad de las mediciones de Morena que, para la percepción del grueso de opinadores su curva de rendimiento tiende ir a la baja, por la crispada relación entre el Presidente Andrés Manuel y el sector empresarial.
Yo discrepo de ello, siento que es un juicio “a contrario sensu”, toda vez que Morena, en la emergencia sanitaria protege su mercado potencial, mercado meta, o voto cautivo, como se le conoce en una narrativa electoral.
Ese nicho, al que en el oficio electoral se le etiqueta como voto duro, está resguardado, con programas sociales, por supuesto.
El flujo de economía no se ha detenido en el sector, a la que la Federación ha llamado “los más pobres”, entorno donde se halla la votación cautiva de los guindas.
Ese tipo de conclusiones no se tendrían en el escritorio si el proceso electoral hubiese iniciado el 1 de octubre de este año, como estaba previsto.
A ese tipo de análisis refiero, cuando digo que el gran elector tendrá una visión de amplio espectro, al retrasar el inicio del proceso electoral, claro está. Al Tiempo.
Comentarios Atrincherados
*** La gran disyuntiva es, según una fuente de alto nivel, dónde estará ubicado el war room del gran elector.
¿En el Penthouse o en el Libramiento Norte?
Ese es el dilema.
***Una reforma de gran calado habría quedado planchada en el Congreso local: suprimir las cuatro circunscripciones para elección de diputados plurinominales.
En la reestructuración, se habría decidido por una circunscripción unitaria. Con ello se garantiza la paridad efectiva.
***Mea culpa. Ayer dije equivocadamente que la adenda para aplazar el inicio del proceso electoral se haría a la Constitución, será al Código de Elecciones y Participación Ciudadana.
Lo que si se reformará en la Constitución es el artículo 19, para que exista sólo una circunscripción local. HASTA PRONTO.
