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¿Dónde quedó el dinero que se robaron?

Letras Desnudas

Mario Caballero

El dos de febrero de 2010, tomando de pretexto el Día Mundial de los Humedales, Juan Sabines Guerrero anunció una millonaria inversión para salvar el río Sabinal. Catorce años más tarde, dicho proyecto es, a la par de las Ciudades Rurales Sustentables o el de Biodiesel, una cuenta pendiente más del corrupto exgobernador.

El río Sabinal cobra su nombre por la enorme cantidad de sabinos que embellecen sus márgenes. Nace en un ojo de agua en el municipio de Berriozábal y está compuesto por doce arroyos. Tiene una longitud de más de trece mil metros con los que atraviesa a Tuxtla Gutiérrez hasta desembocar en el Cañón del Sumidero. Es un símbolo natural de la capital del estado.

Cuenta la gente mayor que el Sabinal era sumamente hermoso. Hablan de sus aguas cristalinas y llenas de peces. Ahí se bañaban los niños, las mujeres se juntaban a lavar la ropa y los fines de semana se convertían en días de fiesta bajo los imponentes Ahuehuetes y Cipreses.

Empero, por falta de educación ambiental y una negligente planeación del crecimiento poblacional perdió su magnificencia hasta llegar a convertirse en una fuente de contaminación.

En temporada de seca es un afluente pestilente. Y en tiempo de lluvia pone en peligro a miles de hogares. Ha habido ocasiones en que se ha salido de su cauce, inundando calles, casas y negocios. Incluso, ha cobrado vidas humanas.

Sabines prometió devolverle su antigua belleza. Nos vendió la idea de que sería nuevamente navegable. Y así como engañó al exdirigente de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, con el proyecto de biodiesel, los tuxtlecos fuimos estafados con cientos de millones de pesos que desaparecieron inexplicablemente.

EL PROYECTO

La obra fue denominada Proyecto Integral de Recuperación y Saneamiento del Río Sabinal. Consistía en recuperar el cauce del río contemplando los parques Caña Hueca, Joyo Mayu y Tziqueté. Según el exsecretario de Infraestructura, Ricardo Serrano Pino, serían limpiados dos kilómetros y medio del afluente para hacerlo navegable, con recorridos en vehículos acuáticos.

Todos nos imaginamos surcando las aguas del Sabinal en barcazas o en chalupas. O como en Xochimilco, en las famosas trajineras. Los jóvenes tendrían la oportunidad de invitar a la novia a dar un paseo en góndola bajo la luz de la luna, comiendo tamal de torito pinto o de bola, con algodón de azúcar y aguas frescas, en lugar de ir al cine.

Asimismo, se preveía la construcción de una isla para desarrollos comerciales, dos embarcaderos, áreas de descanso, sanitarios, plazas para restaurantes, fuentes, espacios deportivos y de recreación y diecisiete mil quinientos metros cuadrados para zonas de usos múltiples. El romanticismo de Venecia sería replicado en Tuxtla Gutiérrez.

La empresa que se encargaría de hacer este sueño realidad supuestamente ganó la licitación en un concurso en el que participaron cinco mil proyectos de todo el mundo. El diseño ganador se llamó “Manejo Integral de Saneamiento de la Cuenca del río Sabinal”, elaborado por el Laboratorio de Hábitats Bioéticos (LHB), empresa ubicada en la Ciudad de México y de la cual el director de proyectos era un tal Eduardo Cruz.

Hoy, nada se sabe de esa empresa. Su página web está hackeada desde 2010, y lo que se puede ver de la misma está en completo abandono. Lo poco que se conoce es que dicha compañía tiene como único trabajo en marcha, desde 2008, el rescate del río Sabinal.

Blanca Ruth Esponda, entonces coordinadora de gabinete de Juan Sabines, dijo: “el proyecto será trascendental y brillante: vamos a recuperar la salud del propio río”. Fue una de las funcionarias que participaron en la elaboración del proyecto.

Sin embargo, la que está mayormente implicada es Lourdes López Moreno, quien como secretaria de Medio Ambiente fue la principal colaboradora en la realización de los trabajos de planeación, organización y conclusión del proyecto.

La inversión fue de 300 millones de pesos, que serían para saldar los gastos de la primera etapa, consistente en el rescate hidráulico y la construcción del bordo en un tramo de mil cien metros, pero esta obra nunca se llevó a cabo.

El anuncio de la puesta en marcha fue en el parque Caña Hueca y los flashazos fueron dirigidos a Isabel Aguilera de Sabines, Yassir Vázquez Hernández, entonces alcalde de Tuxtla, y al cantante Emmanuel.

Sabines no asistió. Se dice que ese día había sido internado debido a una fuerte intoxicación por estupefacientes.

EL FRAUDE

¿Qué hacía Emmanuel ahí?

Bueno, se sabe que es amigo de Sabines Guerrero desde hace muchos años. Cuentan que cuando el exmandatario era pobre y vagabundeaba sin empleo por las calles de la Ciudad de México, el cantante lo invitaba a comer y hasta le daba alojamiento en su casa. Nunca se imaginó que aquel joven famélico algún día se convertiría en gobernador de Chiapas y que el futuro de ambos cambiaría radicalmente.

En ese sexenio, Emmanuel disfrutó de las bondades del poder. Se alejó de los escenarios para convertirse en la sombra de Sabines, al que acompañaba a sus “giras de trabajo”, inclusive firmaba como testigo en convenios internacionales y gozaba de picaporte en Palacio de Gobierno.

Su hijo Alexander Acha grabó discos y videos con el presunto patrocinio del erario de Chiapas.

Fue Emmanuel quien respaldó la idea de recuperar el río Sabinal. Como presidente de la Fundación Hombre Naturaleza, reconoció en Sabines a “un mandatario que encara los problemas y propone soluciones” (sic). Cínico. Fouché dijo que todo hombre tiene su precio, lo que hace falta es saber cuál es. Sabines lo sabía.

Esto dijo el día que se presentó el proyecto: “Los que antes lo veían, los señores mayores que conocieron ese río, a lo mejor volverán a sonreír cuando vean que ese río puede ser nuevamente navegable, puede ser un lugar donde todos podamos caminar, donde tengan sombras, donde no huela ya a contaminación, donde vuelva a haber peces, donde tengan un agua cristalina y donde recuperemos lo que alguna vez Dios nos regaló”.

La Secretaría de Desarrollo y Participación Social fue la dependencia que se encargó de realizar el trato y transferir el dinero a la constructora ODISEA, cuyo apoderado legal es Arturo Ortiz, presunto prestanombres de José Emmanuel Arturo Acha Martínez, Emmanuel. Pero dicha empresa no ejecutó la obra, aunque sí cobró hasta el último centavo, según consta en las partidas presupuestales.

De tal forma, después de ser un cantante en vías de retiro, Emmanuel se hizo multimillonario a costa del dinero de los chiapanecos.

¿Y LA JUSTICIA?

Así como la indignación exige ser escuchada, también la corrupción merece recibir justicia.

Esto que a simple vista parece un robo más de recursos públicos, debe ser atendido por las autoridades correspondientes y hacer pagar a todos los responsables, sea quien sea.

Pues nunca habrá cuarta transformación si antes no hay un efectivo combate a la impunidad.

Por tanto, Juan Sabines Guerrero, Emmanuel, Ricardo Serrano Pino, Blanca Ruth Esponda, Yassir Vázquez, Lourdes López Moreno, entre otros, tienen que ser llamados a cuentas por una obra que no hicieron, pero de la que presuntamente se embolsaron muchos millones de pesos.

yomariocaballero@gmail.com

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1 Comentario

  • Arturo Ramos 3 de julio de 2024

    JAJAJAJAJAJA AHORA RESULTA. MARIO CABALLERO: TÚ ERAS EL MAYOR DEFENSOR DEL CORRUPTO DE JUAN SABINES GUERRERO, ERAS TAN ARRASTRADO QUE LE LAMÍAS CON SABROSURA AQUELLITOS, O YA TE OLVIDASTE?

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