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No es el mejor momento para la reforma electoral

Letras Desnudas

Mario Caballero

Muchas son las incógnitas que giran en torno a la Reforma Electoral promovida por el gobierno de la República, y que en este momento se discute en el Congreso de la Unión. Entre ellas, ¿es viable? ¿Es realmente necesaria? ¿Representa en verdad un cambio para mejorar los ejercicios electorales del país? ¿Inspira un avance o un retroceso para la democracia? En la opinión de este columnista, la respuesta es no en todos los cuestionamientos.

Pero que mejor que los argumentos provengan de un experto en la materia, de alguien que conozca a pie juntillas el tema electoral y que esté dedicado a ello. Por eso acudí en los pasados días con el presidente del Instituto Electoral y Participación Ciudadana (IEPC) de Chiapas, el Dr. Oswaldo Chacón Rojas, para recoger sus apreciaciones.

El Dr. Chacón fue muy gentil al recibirme en su oficina. Por cierto, un despacho elegante, pero modesto. No muy grande. Sin lujos. De paredes blancas adornadas con algunos cuadros artísticos y fotografías. En un lado está un bonito escritorio de madera, donde trabaja y atiende los asuntos propios de la institución que dirige con compromiso y diligencia. En otro, un juego de sala minimalista, donde se llevó a cabo la entrevista.

LA ENTREVISTA

Es pertinente mencionar que la reforma propone, entre otras cosas, construir un nuevo árbitro electoral, que el INE cuente con menos consejeros, que se reduzca el número de legisladores en las Cámaras que integran el Congreso de la Unión, asimismo reducir el financiamiento público de los partidos políticos, nuevas reglas para las consultas ciudadanas y cambios en los tiempos en radio y televisión para los partidos y los candidatos.

Mi primera pregunta fue: ¿es este, doctor, el mejor momento para realizar esta reforma?

“Los órganos electorales creemos que no es el mejor momento para una reforma electoral de este calado”, respondió.

“Estamos a menos de un año del proceso electoral siguiente y nuevas reglas implican un proceso de adaptación para aplicarlas. Creemos, también, que la elección de 2024 va a ser la más difícil por los muchos fenómenos que se están presentando, y lo mejor es llegar con reglas rectoras ya aprobadas, ya ensayadas, y por eso no es el mejor momento.

“Además, en una coyuntura donde los diversos partidos políticos han anticipado sus procesos internos de elección de candidaturas, quizá la agenda política-electoral podría incidir en la negociación de una reforma electoral y no es lo pertinente, porque al final se trata que las reformas electorales se generen por consenso y que lo que se defina no genere ventajas para ninguno de los grupos, sino que haga prevalecer la equidad”.

En otro punto, la iniciativa de reforma propone crear el nuevo Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) y que sea esta la autoridad única que organice todos los procesos electorales del país, federales y locales, así como los ejercicios de democracia participativa, consultas populares y revocación de mandato. Lo que implica la desaparición de los órganos electorales locales.

Por otro lado, plantea que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación absorba todas las controversias electorales estatales.

Pregunto: ¿podría el INEC darse abasto para organizar todo esto y el TEPJF resolver todos los actos que sean impugnados derivado de los comicios en los estados?

Oswaldo Chacón, quien porta una camisa azul con el logotipo del IEPC, se acomoda en su sillón y responde:

“Sí pudiera, Mario, pero tendría que absorber toda la estructura que hoy día tienen los órganos locales, pues entonces la reforma no abarataría los costos que busca. Por ejemplo, nada más en el proceso electoral pasado los Oples revisaron las postulaciones de más de 200 mil candidaturas.

“Además se instalaron más de 6 mil consejos electorales municipales, donde se supervisó la entrega y recepción de los paquetes electorales, se dio seguimiento a la jornada electoral, se operó el programa de resultados preliminares, se realizaron las sesiones finales para el cotejo de actas para determinar quiénes ganan y en su caso se hizo el recuento de los paquetes electorales, y eso no lo pudiera hacer el INEC con la actual estructura que tiene el INE, necesita de una estructura adicional para llevarla a cabo, necesitaría invertir en la instalación de esos 6 mil consejos electorales municipales para realizar esas actividades.

“Algo más, afectaría la confiabilidad y certeza de los resultados, algo en lo que hemos avanzando mucho en estos años”.

ÚLTIMA PREGUNTA

Referente a la elección de los consejeros y magistrados electorales, cuya reforma determina que sean elegidos por voto popular y por propuesta de una lista de 20 candidatos por cada Poder de la Unión, ¿consideras, doctor, que habría legitimidad en ello? -cuestioné.

“Entendemos que el partido gobernante recibió el voto mayoritario en las urnas mediante una agenda y compromisos que ofertó en campañas, como abaratar el costo de las instituciones, y está actuando en consecuencia. Pero respecto a la reducción del número de integrantes es un tema que habría que valorar y revisar. Al final se trata de que haya órganos colegiados, y mientras se mantenga la colegialidad una medida de reducción podría ser transitable.

“Ahora, la forma de elegirlos sí tiene aristas que quizás habría que pensarlas con mucho cuidado. ¿Qué se cuestiona del mecanismo de asignación que tenemos hoy día? Que permite que los partidos políticos puedan incidir. Sin embargo, ningún partido tiene la mayoría para designar funcionarios electorales en el país. Necesitan consensos para que haya mayoría calificada, y eso obliga a que los partidos políticos entren a un proceso de análisis, de diagnósticos, de vetos, cuando hay perfiles que pueden estar muy cargados a una fuerza política, es decir, las propias reglas vigentes hacen que los partidos se controlen, se vigilen y eso hace que al final haya un producto, y ese producto al final de ese consenso hace que las autoridades electorales tengan legitimidad”.

Abunda: “Pudiera ser muy atractivo avanzar a un proceso donde sea la gente que los elige, pero hay riesgos de que otro tipo de intereses pueda secuestrar el proceso, y no necesariamente de partidos sino muchos otros intereses que se pudieran involucrar, como financieros, financiando campañas para ciudadanas y ciudadanos que aspiren a ocupar esos cargos. Quizá al final no tengamos los mejores perfiles.

“El mecanismo que tenemos actualmente hace que antes de que las propuestas lleguen a la Cámara de Diputados, un grupo de especialistas que tiene el consenso de las fuerzas políticas, académicos que tienen un prestigio que cuidar, revise las postulaciones, revise que no haya vínculos con partidos políticos y que esas propuestas no vayan a comprometer la imparcialidad que merecen estos cargos. Por estas razones –creo- que sí habría que pensar dos veces el tema de la elección popular de los funcionarios electorales”.

Así las opiniones del experto. Opiniones que deberían conocerse en la discusión de esta reforma que pinta algunos riesgos para nuestra democracia y los ejercicios electorales. Pero usted juzgue.

@_MarioCaballero

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