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¿Marcará distancia Julio Sabines Chesterking de su medio hermano?

Letras Desnudas

Mario Caballero

 

¿Marcará distancia Julio Sabines Chesterking de su medio hermano?

Según las escrituras bíblicas, la honra es una de las virtudes del hombre más valiosas para Dios. Por eso entre todos los mandamientos que podemos encontrar en la Biblia es el único que contiene una promesa: “Honra a tu padre y a tu madre para que tus días sean alargados sobre la tierra”.

Pero en caso contrario, el de la deshonra, implica consecuencias de maldición e iniquidad, capaz de alcanzar a muchas generaciones.

De ahí que haya lanzado la pregunta que da título a este comentario: ahora que Julio Sabines Chesterking está por asumir una nueva responsabilidad pública como Magistrado de la Tercera Sección de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, ¿podrá sobreponerse a la deshonra de su medio hermano, Juan Sabines Guerrero, quien con sus abusos de poder, corrupción y depravación manchó no sólo el nombre de su padre, el respetado exgobernador Juan Sabines Gutiérrez, sino el de toda su familia?

Nadie podrá negar que el apellido Sabines ha sido muy importante en Chiapas. Y su reconocimiento proviene no sólo del ámbito político, sino también del empresarial, cultural e incluso militar. No olvidemos que el primer Sabines que pisó territorio chiapaneco por allá de la segunda década del siglo pasado, Julio Sabines, fue Mayor del Ejército Carrancista en la Revolución Mexicana.

 

EL HONOR DE LOS SABINES

Haciendo un poco de historia, el Mayor Sabines se casó con Luz Gutiérrez Moguel, nieta del exgobernador de Chiapas, Joaquín Miguel Gutiérrez, y de su matrimonio nacieron Juan, Jorge y Jaime. El primero terminó siendo gobernador de Chiapas en 1979; el segundo no se inclinó ni por la política ni por la milicia, sino fue comerciante, y el tercero, Jaime, es de los más grandes poetas que ha conocido el mundo.

Jaime Sabines le dio al nombre familiar un aura de intelectualidad, sapiencia y popularidad literaria (si se vale el término), pues incluso hasta el mismo Octavio Paz, el único Nobel de literatura que tiene México hasta ahora, le tenía envidia porque él no llenaba los auditorios donde hacía sus recitales y el chiapaneco sí. Pero, por otro lado, Juan Sabines Gutiérrez, quien también era un hombre de mucha cultura, dejó a su paso una huella imborrable en la política chiapaneca.

Fue diputado federal, senador de la República, pero su mayor reconocimiento, y en algunos casos cariño, ya que hay locatarios en algunos mercados municipales y en el quiosco frente al Palacio Federal, donde venden unos ricos tacos de cochito y barbacoa, le prenden su veladora, lo obtuvo durante su periodo como gobernador del estado.

Sabines Gutiérrez gobernó Chiapas por tan sólo tres años. Incluso, fue el tercer gobernador en un mismo periodo constitucional. Pero de 1979 a 1982 realizó importantes obras para el bienestar de los chiapanecos. Aparte, no era un gobernador catrín, de los que no pueden salir a la calle si no los acompaña un ejército de guardaespaldas, sino era de los que salía de su oficina y se iba caminando desde el parque central al parque San Roque, donde se sentaba en una banca a platicar con las personas que se le acercaban mientras miraba los partidos de basquetbol.

Algunos funcionarios de su gobierno le pedían que no se arriesgara a salir sin protección a la calle, a lo que él respondía que no le pasaría nada porque la gente lo cuidaba. Una ocasión, al sacar la cajetilla de cigarros de su guayabera se le cayeron unos billetes. Un muchacho se agachó a recogerlos y con la mano extendida le dijo: “señor gobernador, se le cayó el dinero de su bolsa”.

El alias de “Ciclón del Sureste” se lo ganó al encabezar la administración que modernizó el estado, especialmente la infraestructura física de la capital Tuxtla Gutiérrez.

En el corto tiempo de su gobierno construyó obras como el Teatro de la Ciudad “Emilio Rabasa”, el zoológico “Miguel Álvarez del Toro”, el Museo Regional de Chiapas, el edificio Plaza de las Instituciones, la ampliación del boulevard Belisario Domínguez, las instalaciones de la Feria Chiapas, la remodelación de la Catedral de San Marcos, el Palacio Municipal, el Congreso del Estado, la conclusión del Palacio de Gobierno y del aeropuerto “Llano San Juan”.

Asimismo, el paso a desnivel subterráneo y el estacionamiento subterráneo en el centro de la ciudad, el Mercado San Juan, la colonia 24 de Junio, el parque Caña Hueca, entre otros. También fueron su inspiración los programas Codecoa y Codecom.

En fin, hizo mucho y hasta donde pudo.

 

¿PODRÁ JULIO?

Me disculpo si me extendí en la historia, pero había que dejar claro que sólo con lo que Juan Sabines Gutiérrez forjó en el estado con trabajo arduo, inteligente y con visión, el apellido Sabines cobró fama y buen nombre entre los chiapanecos y entre la clase política mexicana, y cuya sola pronunciación motivaba respeto y admiración.

Es una lástima que el hijo bastardo del exgobernador, sí, del que él mismo dijo que no era su hijo, es decir, Juan Sabines Guerrero, haya deshonrado el apellido del que se colgó para alcanzar el poder y la riqueza que ahora ostenta.

Sabines Guerrero manchó la historia de su propia familia por la corrupción y las complicidades que cometió desde su llegada a Chiapas y hasta que terminó su periodo como gobernador del estado. No sólo incumplió su encomienda, sino por sus arbitrariedades mandó a 300 mil chiapanecos más a la pobreza y dejó una deuda pública por más de 40 mil millones de pesos. En otras palabras, hipotecó la vida de tres generaciones que tendrán que pagar por sus abusos.

¿Podrá Julio Sabines Chesterking encarar el reto de quitar la deshonra que el más corrupto de los exgobernadores de Chiapas le impuso a su familia?

Sabines Chesterking posee una excelente trayectoria en la administración pública. Fue fundador y Segundo Mando en la Agencia de Investigación Criminal de la desaparecida PGR. Además, es doctor en Seguridad Nacional Militar, experto en Política y Derecho Criminal y en 2019 fue aspirante a encabezar la Fiscalía General de la República.

Y por esas credenciales es que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo propuso para el cargo de magistrado en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa. Y si acreditó para ocupar el puesto es porque, entre otras cosas, conoce en toda su amplitud y profundidad el nuevo modelo de responsabilidades administrativas del Sistema Nacional Anticorrupción.

Empero, más allá de su capacidad para cumplir con sus responsabilidades, el futuro magistrado tiene en sus manos, como hijo legítimo de Juan Sabines Gutiérrez, la oportunidad de limpiar y poner en alto el apellido familiar que aquí en Chiapas siempre equivalió a dignidad, respetabilidad y honor. Hay quienes lo ligan con humildad, responsabilidad y el carácter humanista que debe poseer todo buen servidor público.

Es cierto, muchas veces Julio Sabines se ha desligado de su medio hermano, quien es cónsul en Orlando, Florida. ¿Pero qué hará ahora? Si los dedos de la mano no son iguales, ¿demostrará en los hechos, con base a los resultados de su desempeño y en nombre de su casta, que tampoco los hermanos, y mucho menos los medios hermanos, son iguales? Ya veremos.

 

@_MarioCaballero

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