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Nuestra historia invita a la ciudadanía a INTERVENIR EN LA VIDA PÚBLICA

Por la Conciencia

Roger Heli Díaz Guillén.

Más allá del heroísmo mexicano en que se construyó y divulgó en la educación nuestra historia como pueblos originarios, como “raza cósmica” y como nación libre e independiente, es importante identificar que las trasformaciones de México se han basado en dos movimientos sustantivos donde uno a lidereado al otro; nos referimos al movimiento social y al movimiento político; destacando nuestra historia del siglo XIX a líderes como Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y José María Morelos  y Pavón que liderearon a campesinos, jornaleros, peones acasillados, mineros e indígenas; pero también existieron personajes como Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria que en la parte política también estaban en años luchando por la emancipación del yugo de España, que más adelante se sumó Agustín de Iturbide; sin dejar de reconocer los aportes en el terreno político de Mariano Abasolo, Ignacio López Rayón, Nicolás Bravo, Mariano Matamoros, Andrés Quintana Roo y Josefa Ortiz de Domínguez.

El logro de la independencia marcó la oposición de los “conservadores” que se formaron al amparo de la vigencia de la corona española, imponiéndose la voluntad del pueblo de México que nació como nación. Es la etapa en la que en México elegimos al primer presidente de la Nueva República Mexicana, Guadalupe Victoria, en octubre de 1824, aboliéndose la esclavitud e instituyéndose la suprema Corte de Justicia de la Nación; creándose el ejército nacional y la marina de guerra.

La siguiente trasformación de México correspondió al movimiento de la revolución Mexicana que aconteció un siglo después derivado de un descontento social y popular que emergió ante la continuidad de poderes y grupos adversos a los fines de la independencia que en movimientos y revueltas lograron el control político y militar; siendo mayor el descontento del pueblo y grupos políticos en el gobierno de muchos años de Porfirio Díaz cuya dictadura fue derrocada, que derivó en la transformación radical de las estructuras políticas y sociales del México del siglo XX. En este movimiento de transformación nuevamente se definió en la confluencia y convergencia de un movimiento social armado de masas campesinas, indígenas y trabajadores del campo y minería y; un movimiento de grupos políticos con personajes que identificamos como héroes de la patria, que nos dieron patria.

Un factor importante en la transformación del siglo XIX y XX  el despojo de tierras de los pueblos indígenas que motivó el reparto agrario, cuyo contexto cambio en el siglo XXI con la caída de la “dictadura” y/o “monopolio político” del PRI y PAN y llegada de la 4ta transformación; siendo el factor la desigualdad social y la concentración de la riqueza en pocas manos que es un efecto y propósito del capitalismo vil ortodoxo, llamado “liberales”, aunado a las limitaciones de la libertad política; el monopolio y manejo subliminal e ideologizado de la información y del entretenimiento; en años lo fue la represión y uso de la fuerza pública.

Hoy hablamos de una transformación iniciada en el 2018 que como diferencia a las expuestas esta no fue armada sino política e ideológica que se construyó a partir de un movimiento social conocido como de regeneración nacional retomando e invocando la grandeza de un medio de información impreso, pensadores, políticos y comunicadores como lo fueron los hermanos Ricardo, Jesús y Enrique Flores Magón y su aporte al movimiento revolucionario de México bajo el lema que “todos los seres humanos somos iguales y por lo mismo, nadie tiene derecho de hacer que los demás le obedezcan, ni nadie tiene la obligación de obedecer….esto es justicia”, en alusión al gobierno de Porfirio Díaz, invocando el anarquismo como oposición colectiva a la imposición de un gobierno.

Atender nuestra historia nacional en la reiterada convergencia de intereses sociales ciudadanos como movimientos sociales y de masas con los movimientos políticos y de grupos, invita a destacar que la intervención social comunitaria antes armada hoy social y política ha sido determinante y necesaria para las transformaciones; demostrando la historia que las transformaciones de México se han dado gracias a la movilidad e intervención social y comunitaria, apoyadas y dirigidas por las clases políticas, militares e ideológicas que han tomado el gobierno como estancia del poder nacional y control político e ideológico.

Nuestra historia invita a la ciudadanía de hoy que atienda e intervenga en un mundo hoy llamado tiempos de la transformación y/o segundo piso de la 4ta transformación, participando en la vida pública que inicia en la democracia y se expresa en la cultura electoral, para aspirar a una verdadera transformación de leyes, poderes públicos, derechos humanos y colectivos, mejora de gobiernos, desarrollo humano y bienestar social.

Atender la historia y su aportación a la vida nacional no significa pretender regresar condiciones y situaciones sino identificar y construir aprendizajes que iluminen el caminar de una sociedad en el área de sus fortalezas, atendiendo la transformación de nuestras debilidades que están centradas en las condiciones de vida de los ciudadanos y su individualidad; falta de formación; falta de información incluyente y objetiva para el desarrollo humano; falta de construcción en el imaginario colectivo del mexicano el concepto de unidad y trascendencia de la soberanía del pueblo y su movilidad e intervención que ha sido motor de las trasformaciones de la vida nacional destacadas.

Actuar responsablemente como mexicanos implica asumir la responsabilidad del valor de la “soberanía del pueblo” como bandera que debió borrar al México bárbaro y el México “fallido” manipulable como masas sociales; pero que actualmente la cultura política del ciudadano limita el nacimiento de una democracia participativa de intervención humana, social, ciudadana y comunitaria a la que el México de hoy aspira, siempre y cuando se atienda la pobreza, el hambre, la exclusión y la falta de información formativa; ya que la democracia se doblega ante estos requerimientos que manipulan la conciencia y dignidad humana, como también ocurre en multitud donde lo ilógico e irracional domina al pensamiento racional por mayoría.

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