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Teutoburgo, primera derrota del Imperio romano; AMLO, la estrategia fallida en el caso Cientuegos

Teutoburgo, primera derrota del Imperio romano; AMLO, la estrategia fallida en el caso Cientuegos

José Óscar Valdés Ramírez

El historiador y escritor romano Suetonio cuenta que, para el emperador Augusto, el momento más amargo de su mandato fue la derrota de sus fuerzas en Germania, y que “frecuentemente se golpeaba la cabeza contra una puerta y gritaba: ‘¡Quintilio Varo, devuélveme mis legiones!’”. Ese desastre aconteció en el bosque de Teutoburgo, en el Norte de Germania.

Desde poco después de llegar al poder, el emperador Augusto soñaba con extender la autoridad de Roma sobre buena parte de Germania. En concreto, pensaba desplazar la frontera desde el Rin hasta el Elba, mientras rebasaba también el límite del Danubio hacia el norte.

De esta manera, no solo ganaría territorios, súbditos y riquezas, sino que acortaría la distancia de la frontera a defender, pues supondría anular el gran entrante que, hasta ese momento, formaban las marcadas por el Rin y el Danubio.

Entre los muchos aliados que los romanos reclutaron estaba el jefe del pueblo germano de los queruscos, que encabezaba un grupo de tropas auxiliares. Ya antes le habían nombrado ciudadano de Roma, y adoptó el nombre de Cayo Julio Arminio. Al igual que otros muchos hijos de significados jefes germanos, Arminio había sido educado en Roma en calidad de rehén.

El objetivo añadido de aquellos secuestros era hacerles ver las bondades de la civilización romana y convertirlos en aliados convencidos. En el año 7 d.C., Publio Quintilio Varo fue nombrado gobernador de Germania. Con anterioridad había servido en Siria y Palestina, donde había sofocado una revuelta de judíos tras la muerte de Herodes el Grande.

Al aproximarse el otoño, Varo decidió volver a cruzar el Rin, a la zona dominada por Roma, y regresar a los cuarteles de invierno. Pero en ese momento le llegó la noticia de una sublevación y, a pesar del largo camino que debía recorrer y lo complicado del terreno, decidió hacer un pequeño desvío y correr a sofocarla.

Marchaba con todas las tropas que regresaban para invernar, unos 20 mil hombres, y por tanto también con los bagajes y con la población civil que solía acompañar a los legionarios y dependía de ellos.

Esto representaba un avance lento y difícil, pero Varo lo emprendió confiado en la profesionalidad de sus legiones, que desde la derrota sufrida 25 años atrás siempre se habían mostrado invencibles ante los bárbaros.

Tan seguro estaba Varo de la fidelidad de este caudillo que no hizo caso de los avisos que otros líderes queruscos parientes de Arminio, por cierto, le dieron sobre su jefe.

Le acusaban de estar urdiendo una coalición de pueblos junto al propio para preparar una trampa traicionera. Varo despreció la información.

Arminio aprovechando la sorpresa y un terreno favorable, podría compensar la inferioridad militar de sus guerreros. La victoria solo podía ser fruto de una emboscada. Era totalmente imposible que pudiera ganar en campo abierto.

La lenta marcha de las legiones se hacía, en principio, guardando todas las medidas de seguridad. En el paso de Kalkriese, donde el camino se estrechaba entre el bosque y los pantanos, esperaban miles de germanos bien apostados tras un terraplén que habían levantado: era un callejón sin salida.

Esto indica que los soldados, en su alocada huida en todas direcciones, se fueron desprendiendo de los objetos que pudiesen retrasarla, hundiéndose muchos de ellos en el suelo fangoso. La mayor parte de los efectivos caerían abatidos, cazados como animales, y solo unos pocos lograrían su objetivo. Entre ellos se encontraba el centurión Casio Querea con apenas un centenar de hombres, que luego pasó a la historia como el asesino de Calígula.

Según el historiador militar J. F. C. Fuller que incluye la batalla de Teutoburgo entre las más decisivas de la historia de Occidente, de haber concluido el choque con la suerte opuesta, Germania se hubiese romanizado, y nunca se habría dado la larga pugna existente entre Francia y Alemania a lo largo de la historia, la que tantas guerras ha provocado hasta el siglo XX.

En México, el caso del General Salvador Cienfuegos fue un escándalo, el exsecretario de la Defensa Nacional fue detenido en USA acusado de proteger a narcotraficantes, la 4 T celebró su aprehensión, prominentes miembros dijeron que era un triunfo de la 4T. Nada más alejado de la realidad.

AMLO le permitió todo a Trump y éste le dio un balazo en el pie, “le dio una manzana envenenada”, para donde se hiciera AMLO, por primera vez perdería. Salvo que Trump ganara, sería una buena estrategia, pero al perder le volteó todo el juego. Desde el año pasado se le puso la cama al exgeneral Secretario a escondidas le giraron orden de detención en territorio americano, al decirle a AMLO pues dijeron que ya sabían y no avisarle, lo dejan mal parado con exgeneral de la Defensa -cuando AMLO basa la 4 T en el poder de los militares-.

Si el Presidente pensó que los tenía en la bolsa se equivocó, los militares son de otra piel se cuecen aparte, son una hermandad una cofradía, por ello la comparación con la batalla de Teutoburgo que se basa en un converso romano, su origen fue germano y nunca lo olvidó, al final el origen lo llamó y luchó por su pueblo, por su gente no por Roma.

Un militar es militar toda su vida, la carrera de las armas así es, son otros códigos son cadenas de mando.

AMLO pensó que, así como manda a los civiles y hace y deshace haría lo mismo con los militares, permitió la detención de un exgeneral secretario y con ello manchó la imagen de una institución que hoy lo mismo patrulla calles que construye aeropuertos, que domina aduanas y califica detenciones como si fuese fiscal o autoridad ministerial, y así la jugó… el gusto le duró poco.

En menos de 40 días le dieron la vuelta, la primera señal fue del Partido Revolucionario Institucional que presentó una iniciativa para auxiliar al General acusado en USA, las vestiduras se empezaron a rasgar en la 4 T alegando «que lo pague el PRI», cuando en el caso de los jóvenes acusados de narcotráfico en Asia, gracias a esa ayuda se logró que salvaran la vida y regresaran a México… no tenemos memoria.

Pero el mensaje del PRI era claro: “Estamos con los militares no contra ellos”, una jugada política estratégica -la 4T no la leyó-. Después, varios militares se reunieron para hacer una «coperacha» para ayudar al exgeneral Secretario, pero ya el tema estaba más que caminado, las presiones al actual General Secretario de la Sedena fueron fuertes, había señales de rebelión y entonces sí, adiós, 4T anticipada.

Ya no se podía hacer más, la presión fue de militares de México a militares de USA, la amenaza, dar por terminado el acuerdo entre ambos países sobre la cooperación para combatir el narcotráfico y la farmacodependencia, acuerdo bilateral de fecha 23 de febrero de 1989, aprobado en el Senado el 30 de noviembre de 1989 el cual entro en Vigor el 30 de julio de 1990, promulgado el día 2 de marzo de 1992, el cual se encuentra vigente en el tema delincuencia organizada con numero de registro 38742.

Y con ellos la salida inmediata de los agentes encubiertos de la CIA y de la DEA -amén de que los narcotraficantes los ejecutaran al quedar libres-. Y eso bastó para que en 24 horas le dieran reversa a todo. El fiscal de USA, William Barr, dio la orden, desistirse de todos los cargos y regresarlo a México una decisión de Estado, al fin Trump ya perdió y el Fiscal ya se va, con eso evitarán más escándalos de un asunto que nunca debió llevarse a cabo así tan burdo.

El que los aconsejo es muy torpe y el que lo hizo más, deja mal parado a AMLO ya los militares ven a su Comandante Supremo como un servidor de los americanos, que los puede sacrificar sin meter las manos, el mensaje fue terrible, pero la contestación a AMLO más, si de desconfiar se trata, que salgan del país los americanos infiltrados, eso fue el detonante.

Al exgeneral Secretario, lo dije en su momento al aire en ¡Qué tal Fernanda! y en mis artículos publicados en este medio: el General saldría libre pues fue víctima de una negociación política para justificar un discurso, Joe Biden no permitirá esos tratos, los exhibe; y así fue. En México las acusaciones no tienen validez, los delitos están más que prescritos y las llamadas aquí de la manera como las obtuvieron, son prueba ilícita y así fue, el General salió a su casa.

Trump le dio un raspón a AMLO y le abrió un frente donde no lo tenía, donde ha sido el único lugar donde ha operado, con los militares. Los llevo al poder, ya le avisaron firme y claro “con nosotros no se metan, somos leales no aplaudidores, somos institucionales no tontos”. 

Ahora vendrán informaciones de colaboradores de AMLO hasta antes intocables, les sacarán sus riquezas, los exhibirán, dejaron una herida abierta.

El Ejército Mexicano no va a tolerar más ser tapadera de nadie, le llegó al ejercito la 4T y estos simplemente la batearon. Para AMLO es una guerra perdida si no hace nada su bandera de atacar la impunidad se le terminó y si lo dejaba en USA era una deslealtad, en ambos casos pierde.

Ahora falta la factura de Joe Biden, le pegaron a la 4T en la línea de flotación, su legitimidad de aplicar la ley, le dejaron un dardo envenenado haga lo que haga, en términos de ajedrez esta en jaque por primera vez ante los que pensaba eran sus incondicionales, sus aliados, no trae todos los hilos, el amarre se le soltó.

AMLO cruzo el Rubicón (IACTA mejor que JACTA, pues la J no existía en el latín de la época), que viene a significar la famosa frase «la suerte está echada». Veremos cómo le va, esto apenas va a comenzar, una cosa es cierta… No le sale nada bien a la Cuarta Transformación.

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