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¿Tiene ventajas legalizar la mariguana?

Letras Desnudas

Mario Caballero

¿Tiene ventajas legalizar la mariguana?

Se percibe la intención de mostrar sensibilidad. De atender las críticas, reconocer equivocaciones, cambiar lo necesario. Pero ¿tiene ventajas legalizar el uso de la mariguana?

La respuesta del psicólogo Carlos Hiram Culebro Sosa fue simple y directa: “La marihuana no es dañina porque esté prohibida, sino que está prohibida porque es dañina”.

Ante la iniciativa de la Ley General para la Regulación del Cannabis hay un nutrido grupo de politólogos, intelectuales, periodistas, líderes de opinión, políticos, entre otros, que están a favor de la legalización de la marihuana, argumentando que México ha pagado demasiado caro la imposición del prohibicionismo.

Pero del otro lado están los científicos, los académicos, los que por años han estudiado el tema de las drogas y el duro fenómeno del crimen organizado, quienes aseguran que el costo por la despenalización será incluso mucho más caro. El Dr. Culebro Sosa es uno de ellos.

El Dr. Carlos Culebro fue muy amable al responder a algunas de mis preguntas. Es un académico y un profesional de la psicología preocupado del contexto de la drogadicción, lo cual lo llevó a plasmar su experiencia, su trabajo en la docencia y sus investigaciones en un libro que tituló Las Drogas. En otras palabras, es una persona que sabe de lo que habla.

– ¿La aprobación de esta nueva ley viene a empeorar las cosas? – pregunté.

– Como lo expresó mi inolvidable maestro, el Dr. Rafael Velasco Fernández, una cuestión fundamental es reconocer que el consumo de drogas –por ende, también de la marihuana- es un problema extendido en todo el orbe, susceptible de prevención y tratamiento; asimismo, producen graves daños al usuario, su familia y la sociedad. Si se ignoran estos hechos, la inclinación es hacia soluciones simplistas desde la perspectiva de la economía o la política, cuando se trata de un problema complejo. Desde luego, la meta –si queremos ser realistas- es el control epidemiológico de la farmacodependencia para que deje de ser un problema de salud pública, lo cual no significa que vaya a desaparecer.

Añadió: “Estimo oportuno precisar que la marihuana es la droga ilegal de mayor uso a nivel mundial, la que más tempranamente se empieza a consumir, es la “puerta de entrada” a otras drogas ilícitas de mayor impacto sanitario. Su uso tiene efectos agudos como la alteración de la cognición, otros crómicos como afectar el aprendizaje y la memoria. Por otra parte, para entrar en el tema de la entrevista deseo subrayar que el debate de su legalización no es de ahora, data de hace más de cien años, por lo consiguiente, no es válido el argumento de que esa medida jurídica obedece al crecimiento del narcotráfico. Otro dato histórico que vale la pena recordar es que la primera reunión internacional para tratar el problema de las drogas se efectuó en 1909 en Shanghái, con la participación de 13 países, y de ahí partió el error persistente de creer que la lucha contra la drogadicción debe sostenerse preponderantemente en el campo del control de la oferta mediante el intervención del narcotraficante, destrucción de cultivos, entre otras acciones, restando importancia a la atención de la demanda de esas sustancias adictivas”.

La entrevista fue por videoconferencia. En la pantalla pude ver en los gestos y en la entonación de la voz del psicólogo, una decepción. ¿Entonces no la considera viable? -cuestioné.

– Se dice que la legalización acabaría con el lucrativo negocio del narcotráfico, pero eso no es cierto. Sus vendedores recurrirían a otras sustancias adictivas, como las sintéticas, cuyo número está creciendo día tras día y cada vez más tóxicas. Promoverían la venta de la hierba en los sectores o condiciones que se prohibirían: estudiantes, embarazadas, conductores de vehículos, horarios nocturnos, etcétera. Mira lo que está pasando en Holanda, por ejemplo, donde las comercializan sin problema alguno y el consumirlas es un derecho individual. Lo que escuché del secretario de Salud de ese país, quien en un congreso internacional refirió los serios problemas con los vecinos de los coffee shops en que se vende esa hierba e incluso con los países contiguos, es que se incrementó el narco turismo. Precisó que se habían comprometido con la Comunidad Europea a cerrar paulatinamente esos negocios. Situación similar está ocurriendo con los estados de la Unión Americana en que se está comercializando abiertamente la marihuana.

– ¿Es cierto que tiene usos médicos o es mera propaganda?

Después de esbozar una sonrisa, como diciendo ¡hasta dónde hemos llegado!, contestó: “De su uso con fines curativos existen pocos estudios confiables porque esa sustancia ha estado vedada en muchas naciones, además hay medicamentos que han probado ser eficaces ahí donde pretende emplearse la marihuana. Lo más grave de esto último es que se corre el riesgo de fomentar la adicción a esa sustancia. Su eficacia está demostrada en pocas patologías. Es más, su utilización con fines medicamentosos (como ya se está haciendo) lo único que haría es reducir considerablemente el precio de la marihuana y lo captado por el gobierno vía impuestos iría al tratamiento de adictos a esa misma sustancia, pero está plenamente demostrado que las cantidades captadas serían insuficientes para atender a la población adicta, que crecería de manera significativa. Te pregunto, ¿dónde está el beneficio médico? En ningún lado”.

– ¿Y dónde queda el “yo la consumo porque estoy en mi derecho”?

“Suele acompañarse de citas filosóficas, apoyos jurídicos e interpretaciones curiosas de la Carta de los Derechos Humanos, que se resumen en la idea de que el usuario puede consumir lo que desee, ya que es el único afectado. Olvidan que la ingesta de cualquier droga es causa directa del aumento de la criminalidad, provoca accidentes vehiculares, en el trabajo y en el hogar. Durante el embarazo daña al feto en el útero; esto es, repercute negativamente en otros”, señaló.

– ¿Quiénes están interesados en la legalización?

“Aunque la prensa ha mencionado a personas interesadas en esa medida jurídica, como un expresidente, quiero darle una contestación teórica. Son sujetos que –como le dije al inicio de esta charla- confían en soluciones simples para problemas complejos, defensores de ese derecho individual, individuos que han utilizado la marihuana sin experimentar consecuencias adversas graves, creen que esa droga no es tan mala como se ha dicho, o bien, que la legalización acabará con el narcotráfico y los delitos que provoca”, respondió.

Sobre esto quiero aclarar algo –dijo-, el desconocimiento del tema es evidenciado por aquellos individuos que indistintamente hablan de despenalizar o legalizar las drogas, al suponer que son vocablos sinónimos, olvidando que las penas se aplican a las personas y a sus actos cuando éstos son punibles. Por lo mismo, no se pueden despenalizar las drogas, como tampoco legalizar a las personas.

Lo que podemos aprender de esta charla es que legalizar el uso de la mariguana no es enfrentar el problema, sino esquivarlo, es esconder la cerrazón en poses de reforma.

Quizá la solución esté en el consejo que el Dr. Carlos Hiram Culebro refirió recordando una frase de Octavio Paz: “Si de veras queremos combatir el uso de las drogas se debe empezar por el principio, es decir, por la reforma de la sociedad misma y de sus fundamentos sociales y espirituales”.

yomariocaballero@gmail.com

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