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Letras Desnudas

Mario Caballero

Un negociador digno

Eduardo Ramírez Aguilar se hizo presente en el momento clave del país. Lo escuchamos defendiendo sus propuestas, explicando sus decisiones, ofreciendo su capacidad y experiencia en la discusión y aprobación de las leyes del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Su talento político fue esencial en la consecución de dichas leyes que traerán muchos beneficios para los mexicanos.

Así lo participó el presidente de la Junta de Coordinación Política en el senado, Ricardo Monreal: “Al senador Eduardo Ramírez Aguilar, que también coordinó el grupo de trabajo plural para la construcción de acuerdos referente a la armonización legislativa del T-MEC”. Los reconocimientos hacia él se entienden como el elogio más merecido que haya recibido jamás un senador de la República.

Eduardo Ramírez ha sido siempre un gran operador político, un cabildero, un negociador. Es un político con altos niveles de confiabilidad. Los acuerdos que logró para la configuración de estas leyes le darán al Ejecutivo federal y al Estado mexicano los instrumentos jurídicos más importantes de los últimos tiempos, con los que se podrá crear una zona de libre comercio y generar los empleos que potencialicen a los tres países en materia económica.

La Ley de Infraestructura de la Calidad, que elimina la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, tiene como objetivo mejorar la capacidad de innovación y eliminar las barreras arancelarias al comercio internacional, que tanto han impedido durante años el comercio de ciertas mercancías o servicios.

Por otro lado, con la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación, y la reforma a la Ley Aduanera, se actualizan las tarifas arancelarias y se incluyen productos tecnológicos que antes no estaban clasificados. Con esto se busca obtener la información para la toma de decisiones de política pública y de inteligencia comercial, además de reducir los costos de operación en beneficio de la industria nacional y de los importadores y exportadores.

Con las reformas al Código Penal Federal en materia de delitos contra la propiedad intelectual se dará un mejor combate a la piratería, pues se establecieron multas y penas en prisión para los que participen en la decodificación de señales de televisión por cable o satélite, así como para los que las distribuyan o reciban. Igualmente, se determinaron sanciones para quienes graben o transmitan películas que se exhiben en el cine y para quienes quiten candados y otras medidas de seguridad a canciones, libros y otras producciones audiovisuales.

ERA también logró conciliar con todas las fuerzas políticas del senado la Ley Federal de Derechos de Autor, que protegerá canciones, libros y otras producciones audiovisuales del uso no autorizado o indebido en tecnologías digitales. Esto beneficiará a creadores, intérpretes y motivará la producción de contenidos.

Y con la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial se regularán las patentes de inventos, diseños industriales, marcas comerciales, denominaciones de origen, entre otros. Algo importante en este acuerdo es que se mantuvo la vigencia de 20 años de las patentes, incluyendo los medicamentos, lo cual permitirá a los mexicanos seguir adquiriendo medicinas del tipo genérico a menor precio. Sin duda, una iniciativa muy provechosa para la economía de las familias.

Esas tres leyes y los cambios a tres más permitirán a los empresarios mexicanos tener una competencia sin desventajas frente a sus pares estadunidenses y canadienses. Como lo mencionó el propio Lalo Ramírez, ese paquete legislativo “dará certeza jurídica tanto a los exportadores nacionales como a los inversionistas extranjeros, en el marco de una nueva etapa comercial entre los tres países”.

UN CABILDERO DECISIVO

Un cabildero es, en resumidas cuentas, un estratega político, un hombre de Estado, una persona que sabe y entiende las circunstancias del lugar donde vive y por eso siempre trata de influir en las decisiones más importantes para que las leyes, las políticas públicas o las determinaciones gubernamentales no perjudiquen sino beneficien a las personas. Eduardo Ramírez es alguien así. Por eso no es extraño que haya sido reconocido por sus negociaciones en la aprobación de las leyes del T-MEC.

Cuando tenía cinco años vio cómo un grupo de policías desalojaban con violencia a una artesana de la Plaza Central de Comitán. Ella sólo estaba vendiendo sus productos para ganar el sustento de su familia y fue víctima de un atroz abuso de autoridad. Fue a partir de ese momento que comprendió que su actividad sería la política, para impedir y castigar las injusticias.

Eduardo Ramírez, aparte de ser un experto en Derecho, es un interlocutor con mucha sensibilidad. Ha dicho que prefiere el diálogo para la solución de los conflictos que la aplicación forzosa de la ley.

En 2008 se convirtió en presidente municipal de su natal Comitán, cuna del prócer Belisario Domínguez Palencia, y si el triunfo no fue nada sencillo, gobernar fue más complicado. Los grupos caciquiles de la región junto con algunos personajes políticos le tendieron trampas para dificultarle la administración del municipio. En lugar de usar el poder para enfrentarlos, para reprimirlos, de caer en el juego de las provocaciones, le abrió las puertas de su gobierno al pueblo, que fue su mejor aliado.

Diseñó el plan de gobierno con las ideas e inquietudes de la gente. Se dedicó a limpiar las finanzas del Ayuntamiento, realizó obras de infraestructura importantes, rehabilitó parques, calles, el alumbrado público y logró incentivar la economía de la ciudad. Dialogar con sus gobernados le permitió gobernar con alegría y eficiencia.

Durante los tres años que tuteló la Secretaría General de Gobierno (2012-2015) hizo valiosas acciones que lograron mejorar la situación de violencia en las comunidades indígenas, para acabar con los desplazamientos forzados de personas, para resolver conflictos políticos, de tenencia de la tierra y religiosos. Esa posición le concedió palpar las fibras más sensibles del estado y hacer algo por las familias en condición de pobreza y hambre. Siempre propuso el diálogo y la tolerancia como vías de solución y reconciliación.

Después recorrió los 122 municipios de Chiapas como presidente del Congreso del Estado. Realizó mesas de trabajo y foros de consulta con la clase empresarial, pero también con los artesanos, con los taxistas, con los obreros, con los campesinos, con los estudiantes, con los indígenas. A partir de ese esfuerzo pudo diseñar iniciativas importantes que terminaron convertidas en ley, como la Ley de Turismo, por ejemplo. Pero especialmente la Constitución Política del Estado de Chiapas, que él encabezó. Fue esa Constitución una ley por y para los chiapanecos, pensada con el objetivo de cubrir las necesidades de esta gran sociedad.

BENEFICIO PARA CHIAPAS

Eduardo Ramírez es un negociador digno. Representa decorosamente a Chiapas. Más allá de los entendibles diferendos internos o interpartidistas, de las opiniones distintas, ha dejado una grata estela de liderazgo en la aprobación de las leyes del T-MEC.

Cabe mencionar que estos acuerdos permitirán que Chiapas se beneficie con la exportación de 63 de sus productos, que representa alrededor de 671 millones de dólares anuales. ¡Chao!

@_MarioCaballero

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