• En el Inami opera red de corrupción en su interior, sin que el gobierno mexicano investigue
M de R / Diario de Chiapas
Agentes del Instituto Nacional de Migración (Inami) en Chiapas siguen haciendo de las suyas en los aeropuertos, en contubernio con personal del registro civil, al expedir actas de nacimiento a los extranjeros que pagan hasta 50 mil pesos para llegar en avión a la frontera norte.
El encargado del Inami en el aeropuerto, Carlos del Castillo Yute, además de un agente de Migración de apodo “Panda”, en contubernio con Farah Gertrudis Cerdio, embarcan a los migrantes dispuestos a pagar para viajar sin problemas.
Sin embargo, en esta ocasión hubo rotación de elementos de las otras corporaciones y los migrantes fueron detenidos.
Los afectados presentarán su denuncia ante las autoridades correspondientes y otorgaron a este medio informativo las pruebas del convenio que habían hecho con las autoridades de migración, quienes les consiguieron actas de nacimiento y los boletos de avión correspondientes, pero a la hora de abordar no se lo permitieron las demás autoridades.
El Comisionado de Migración visitó recientemente Chiapas, pero no vino a poner orden sino a recoger su última remesa de la venta de espacios de avión, que oscilan de 35 a 50 mil pesos por persona, ya puestos a la frontera.
Visitó la frontera sur en medio de un fuerte operativo de seguridad, como si temiera algo, ya que la Guardia Nacional y hasta el ejército lo escoltó.
Cabe resaltar que tanto los boletos como el acta de nacimiento son auténticos, sin embargo, fueron vendidos a personas extranjeras que no tienen regular estancia en territorio mexicano.
La red de corrupción en el Inami impera a tal grado que hasta los espacios en autobuses que viajan de Suchiate a Tuxtla Gutiérrez son vendidos por los agentes migratorios.
Hace unos días, una empleada migratoria intentó en todo momento evitar la labor periodística justo cuando migrantes que recién llegaban a México, vía Ciudad Hidalgo, ascendían a vehículos oficiales para ser trasladados, mientras cientos de extranjeros denunciaban que llevaban hasta 16 días a la espera de un turno para poder ser enviados al centro de Chiapas.
A escasos meses que concluya el sexenio federal, los agentes de Migración amasan fortunas para irse con los bolsillos llenos, pero el mismo gobierno mexicano debería indagar el enriquecimiento de funcionarios del Inami.
