M de R / Tapachula
El Instituto Nacional de Migración (Inami) se burla de los extranjeros que atraviesan una situación de calamidad en Chiapas, al exhibir este martes murales que han presentado como la transformación de la Estación Siglo XXI de Tapachula, donde se han registrado muertes por negligencia de parte de los mismos oficiales y el delegado Roberto González López.
Aunado a esto, las constantes denuncias de malos tratos y comida descompuesta por parte de los migrantes que han ingresado allí a la fuerza, evidencia más la simulación que el comisionado Francisco Garduño mantiene en las estaciones migratorias de México.
Tal es el caso de la estación de Ciudad Juárez, donde más de 40 migrantes murieron en un incendio y hasta ahora no ha sido juzgado conforme a ley por este crimen de estado.
La respuesta y el repudio de activistas en torno a la ridícula presentación que este martes ha hecho el Inami, no se ha hecho esperar.
Los defensores de migrantes han denunciado también la red de corrupción que impera en el Inami, a través de la cual mandos y agentes migratorios venden las tarjetas por razones humanitarias y hasta los espacios en autobuses para ser trasladados desde la frontera sur hacia la capital Tuxtla Gutiérrez.
Todos estos casos, ventilados por activistas y medios de comunicación nacionales e internacionales, han sido ignorados por Garduño Yáñez, quien también es señalado de ser partícipe y cabecilla de esta red de corrupción.
“Vienen a pintar murales a ese calabozo que es Siglo XXI. Si en verdad quisieran ayudar a la comunidad migrante delirarían los permisos y combatirían las redes de tráfico de personas, pero como para ellos, los de migración, son ganancias millonarias, ocultan todo y permiten que los flagelos contra los extranjeros continúen”, sentenciaron activistas.
Migrantes varados en el río Suchiate, que llevan hasta dos semanas a la espera de permisos, exigieron al gobierno mexicano la rotación y despido inmediato del delegado y funcionarios del Inami en Chiapas, ya que son parte de la corrupción que permite secuestros y vejaciones contra ellos.
