Alerta Chiapas
El día siguiente es el más difícil.
Berriozábal, apenas a 10 minutos de Tuxtla Gutiérrez, sufrió las consecuencias de “Cristóbal”, la tormenta tropical que durante cinco días ha mantenido con lluvias a Chiapas.
Por sus calles se aprecia la devastación que dejó en calles y casas. Desde el cielo, el panorama es impresionante, bajo el agua.
Un ciudadano cuenta que la lluvia no cesó y eso provocó que la corriente del río creciera y tirara bardas, rompiera puertas y se llevara todo lo que estaba, al menos en su casa, en el primer piso.
Entrevistado en la calle señala hasta dónde quedó su vehículo, arrastrado por la fuerza del agua que durante el torrencial, flotaba.
Lo más difícil fue la madrugada de este 5 de junio, desde las 3:30 am, cuando la creciente los alertó. Lo demás, más tarde, fue empezar a sacar cosas y trabajar en lo que les había quedado.
“A sacar el lodo y recoger las cosas que el agua se había llevado hasta el río, y obviamente en ese momento vinieron los compañeros de Protección Civil y limpiaron el lodo”, relató.
El agua les llegó a una altura de 1.60 metros, precisó mientras señala la altura de la creciente. Luego, lo que tuvieron que hacer fue nadar dentro de su misma casa, para llegar al segundo piso y así sobrevivir.
No durmieron. A las 7:00 de la mañana comenzó a llegar la gente dispuesta para el auxilio, uno de los trabajos principales fue sacar el lodo.
“Casi todo fue pérdida total, incluyendo la del carro”, lamentó el ciudadano, quien cuenta que atrás de su casa hay un vivero, uno de los tantos que existen en Berriozábal, y que el río está apenas a 20 metros.
Sorprendido, continúa su relato sobre la impresión de ver la cantidad de agua desplazarse con gran velocidad, le sorprende más que estén vivos y que la corriente no se los haya llevado.
Berriozábal vive hoy una triple crisis, la económica, la de la pandemia por el COVID-19 y ahora la de las inundaciones por el mal tiempo.
