• Spotify
  • Mapa Covid19

PROFECO revela de qué están hechos los cubitos de caldo de pollo

Los cubitos de caldo o consomé de pollo son ampliamente utilizados para dar a nuestros platillos un toque de sabor de una manera sencilla; sin embargo, pocas veces nos preguntamos cómo están compuestos, y por ello, aquí te informamos de qué están hechos, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

La Profeco explica que estos productos están regidos por la Norma Mexicana NMX-F-603- NORMEX-2003, Alimentos-Caldo y consomé de ave, res, tomate y ave, camarón y de otras denominaciones en presentaciones de granulado, polvo, tabletas o cubos.

De acuerdo con la norma, esto deben contener los cubos de caldo de pollo:

El caldo de ave debe tener un mínimo de 6 por ciento de proteína total. El producto reconstituido debe contener 50 mg/l de nitrógeno proveniente de la carne” (es la forma de medir la proteína cárnica presente, por estar conformada por nitrógeno), y por lo menos 400 mg/l de grasa de ave, pudiendo estar adicionado también con otras grasas diferentes al ave de que se trate.

El consomé debe contener un mínimo de 800 mg/l de grasa de ave en producto reconstituido y un mínimo de 7.4 por ciento de proteína total en el producto deshidratado. “100 mg/l de carne deshidratada en consomé reconstituido”, lo cual significa un contenido menor que el exigido para los caldos.

¿Qué contienen los cubos de caldo de pollo?

En el último análisis que el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor realizó sobre estos productos, en 2017, se descubrió que los cubos de caldo de pollo tienen como primer ingrediente sal y que, dependiendo de la marca, el consumo en 250 ml de caldo preparado varía de 1.36 a 3.43 g.

En lo referente a las grasas saturadas y, dependiendo de la marca y el tipo, contienen de 0.03 a 0.80 g por 250 ml de producto preparado.

Además, Profeco resalta que por su composición, no tienen un aporte significativo de nutrientes, ya que en 250 ml de producto preparado proporcionan de 0.19 a 0.69 g de proteínas y de 0.16 a 0.55 g de grasa, que no son totalmente de origen cárnico, ya que también se adicionan proteínas y grasas vegetales.

“Por características del proceso, las presentaciones de cubo tienen más grasa que las de polvo”, agrega.

Además, afirma que estos productos también contienen glutamato monosódico, potencializador del sabor que aumenta el contenido de sodio en el producto final.

Con información de Milenio

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *