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Ayer fue el Día de la Enfermera(o)

 Hernán León Velasco

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas

Personal indispensable de la salud, son las Enfermeras y los Enfermeros. Quienes hemos laborado en clínicas y hospitales lo sabemos, pues nos asisten y nos apoyan en el cuidado de los pacientes.

Si existen ángeles en la tierra, ellos lo son.

Recuerdo que en 1987, durante mi Servicio Social como médico pasante en el hospital San Felipe Ecatepec, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, llegó en trabajo de parto una paciente con deficiencia de sus facultades mentales.

La paciente presentaba un comportamiento violento y, por ende, el equipo de salud la atendió de manera especial, sujetándola entre varios.

Uno lo tomó de la mano izquierda, otro más de la derecha. Con los pies, se procedió de igual forma.

Yo la atendí para recibir al niño.

Después, llevamos al recién nacido al cunero y a la mamá la sujetamos a la cama para evitar alguna agresión que pudiera ocasionarse ella misma.

Pasó una hora. Nos avisaron que se había soltado y andaba en la azotea. Hacía el intento de arrojarse del edificio, por lo que acudimos al rescate. Y mientras unos iban hacia la azotea, los demás, con unos cobertores y una lona, esperábamos abajo por si se arrojaba al vacío.

Por fortuna, el camillero la rescató en la azotea y la devolvió a su cama, sujetándola de nueva cuenta, ahora con más cuidado para evitar un episodio trágico.

Pasaron los días. Se dio de alta a la paciente y la entregamos a un familiar que llegó al hospital; no se le pudo entregar al niño porque ella vivía prácticamente en la calle.

Luego de los trámites, se tomó el acuerdo de darlo en adopción a una persona responsable para que se hiciera cargo del bebé.

Transcurrió un buen tiempo y no fue posible darlo en adopción. Nadie quería tener una criatura cuya madre padecía de sus facultades mentales y por lo tanto, el bebé era discriminado.

Sorpresa fue para todos que una enfermera del Hospital San Felipe, que tenía seis hijos y había sido abandonada por su esposo, sin poner peros, aceptó la adopción del niño.

Esto fue suficiente para que desde entonces, supiera con mayor claridad, que las enfermeras (o) son ángeles que están en la Tierra para devolver con devoción la salud a quienes han perdido la la esperanza y la fe por la vida.

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