Karla Gómez
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
Chiapas a través del tiempo, es la reciente exposición que fue inaugurada en conocida Plaza Comercial de Tuxtla Gutiérrez. Esta exhibición, organizada por Galery Luxe, cuenta con piezas fotográficas de César Wesche y piezas pictóricas de Gabriel Pozo, mismas que permanecerá hasta el 2 de enero.
Manos que tejen historias, es la serie que ambos comparten y muestran acerca de la importancia del bordado y los textiles en Chiapas. Asimismo, Wesche presenta fotografías en diferentes planos de Parachicos, personaje icónico de la fiesta tradicional de Chiapa de Corzo. Esto como una forma de homenaje, porque para el 2021 no recorrerán las calles, debido a la pandemia causada por el covid-19 y, de esta forma se evitará la propagación del virus en el Pueblo Mágico.
A decir de la propuesta del fotógrafo César Wesche, muestra en esta exposición el proceso que realizan las mujeres bordadoras para tener una pieza. Es el resultado de un documental que se generó, en donde él tuvo la oportunidad de hacer las fotografías y mostrar el proceso que llevan a cabo. Por ello, invitó a que se valore las piezas que hacen.
“Ya sea con una fotografía de César Wesche o un lienzo de Gabriel Pozo, convierten lo que miran en una cápsula sublime y atemporal, en donde el pasado, el presente y el futuro se mezclan. Haciendo que la línea temporal del que observa se desdibuje y lo transporte a otro lugar en donde el tiempo se detiene”, se comenta en una ficha de la exposición.
Pozo utiliza viniles para percibir en forma diferente el arte y, con ello, mostrar otra perspectiva, en donde también emplea técnica mixta en formatos grandes. No obstante, refleja dos preocupaciones que lo han acompañado durante dos años: primeramente los textiles en Chiapas y por otro lado, con Voces de la Selva, el impacto que se le hace a la naturaleza, a la Selva Lacandona, con el tráfico de animales y tala de árboles, acciones que dañan el ecosistema.
El pintor comparte que fueron cuatro meses que estuvieron confinados, tiempo que les permitió reflexionar sobre el quehacer creativo. También invita a que más personas se sumen al coleccionismo, para habilitar el consumo del arte local.
