Roger Heli Diaz Guillén
Chiapa de Corzo, Chiapas
Cultura, es un concepto etimológico de la antropología social construida a partir del trabajo etnológico realizado en pueblos originarios en América, Asia y África en el siglo pasado, que rompió con el paradigma de la cultura como sinónimo de buenos modales, sabiduría y formas de vida; asumiéndose -después de la ciencia y la educación- en el lenguaje de los gobiernos y políticas públicas, existiendo definición de cultura en el marco jurídico internacional y nacional, que destacan su composición a partir de lo material, inmaterial y biocultural como expresiones de una sociedad y pertenencia de pueblos como patrimonios colectivos.
Hablar de cultura empieza por la disyuntiva del por qué destacarla, para qué considerarla y cómo aplicarla como contenido educativo y como política pública, tomando como base la percepción de la cultura como bienes y servicios culturales del estado; como patrimonio colectivo de pueblos y comunidades indígenas y afro mexicanas, incluyendo a los pueblos culturales e históricos como los denominados pueblos mágicos como expresión viva y continuada de colectivos sociales urbanos y rurales; como contenido de saberes, expresiones y creaciones artísticas; como la integralidad de lo social, cultural y biodiverso; como base y contenido de la educación comunitaria; como el todo social que es trasversal en la vida diaria, vida pública y acción de gobiernos.
México llega tarde y con rezagos en la cultura, al probar la historia que por décadas fue omitida al considerar la existencia del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966, así como diversas convenciones internacionales relacionadas con la cultura del 2003 y 2006, de las cuales México es parte; asumiéndola en la vida pública el 19 de junio de 2017 con la promulgación de la primera Ley General de Cultural y Derechos Culturales publicada en el Diario Oficial de la Federación; reformando la Ley de Derecho de Autor en la materia en el 2021 y Ley de Protección del Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas del 2023.
Institucionalmente, la cultura se empezó a atender en México el 7 diciembre 1988 con el decreto que creó el Consejo Nacional para las Culturas y las Artes (CONACULTA), caminando en décadas para dar el carácter de Secretaría de Estado a esta institución, que fue sustituida a los 27 años por la Secretaría de Cultura en diciembre de 2015, para luego asumir la cultura como derecho colectivo y derecho humano a partir de junio de 2017.
Cultura, en la política pública, debe transitar de la institucionalidad cultural, el folklor y la promoción del arte -como se desprende de los objetivos en programa de la Secretaría de Cultura del gobierno federal y del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes (CONECULTA) en Chiapas, para considerar a la cultura como componente social en la educación y orden comunitario, que requiere de un cambio de paradigma en los fines sociales del presupuesto que se asigna, que refleja el valor y dimensión de la cultura en la vida pública de México y su grandeza como política pública, que no responde a lo que México se comprometió a nivel internacional en la Carta Cultural Iberoamericana del 2006, que recomienda disponer de por lo menos el 1% de presupuesto nacional.
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