Cróninornas
Francisco Félix Durán
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
“¿Qué decís? La rompe, ¿no? …el flaquito narigón del teclado”, dice Charly García, en la serie biográfica “El amor después del amor”, que nos muestra la vida de Fito Páez, hasta el punto de alcanzar el éxito mundial con el álbum que lleva el mismo nombre de la serie y que posee las canciones más emblemáticas de su carrera.
Su vida, va más allá del clásico personaje del “rockstar”, es una tragedia griega en donde el héroe, consciente de las razones de su sufrimiento, logra expresar sus reflexiones a través de sus canciones; por ello, la serie concluye con el inicio de su éxito y su propia catarsis, porque posterior a esto no ha habido ni se prevé, la caída del ídolo.
Pero, regresando a lo que supuestamente dijo Charly García, afirmo que sí la rompe. En el 2017 tuve la fortuna de verlo en vivo en el Tecate Pal Norte, abriendo su función con “El amor después del amor” y era tanta la energía que emanaba desde el escenario, que quedé prendado y si he de mencionar alguna de sus canciones que marcó mi vida posterior a aquel suceso, fue “Tendré que volver a amar”.
En aquella ocasión, en compañía de mi hermana Walki, así como de mis amigos Alejandro y Carlos, disfrutamos de ese y otros conciertos; pero algo que lamentablemente me perdí, fue que, al exceder su tiempo en el escenario, le apagaron el sonido, finalizando con “Mariposa tecknicolor” al unísono de miles de personas.
¿Por qué me lo perdí? Porque fuimos a comprar más cerveza y aún recuerdo haberle dicho a Carlos: “Nos vemos en esta bandera frente al escenario, enseguida regresamos”. Pero yo no sabía que las banderas se movían de lugar, así como los intereses de los colores que representan. Nos perdimos ese momento único y también a nuestro amigo, pues en ese mar solo éramos líneas que naufragarían más tarde en el hotel.
Así es que al igual que sus composiciones y la serie referida, comprendemos que tras toda tragedia también hay felicidad y que no todas las canciones hablan de amor, porque dentro de ellas existen grandes secretos. Aquel 31 de marzo en que vi por primera vez a Fito Páez, en el mismo festival, Pau Donés de Jarabe de Palo, presentó la canción “Humo” y lo demás es historia.
