Gala de La Scala:entre la polémica y el reconocimiento

El Informador / AP
El reconocimiento de la ópera lírica italiana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, será exaltado este jueves con el estreno de la temporada en La Scala de “Don Carlo” de Giuseppe Verdi, una ópera que aborda temas como el poder y la opresión.
Continuando con la tradición de La Scala del melodrama fuera del escenario, la cuestión de quién estaría en el palco real en la ópera de Milán en la noche del estreno generó un alboroto previo a la gran función. Los sindicatos de La Scala protestaron por el tema del asiento de honor institucional, que corresponde al presidente del Senado, Ignazio La Russa, por la ausencia del presidente y el primer ministro de Italia.
La Russa es un controversial político de extrema derecha que, de acuerdo con organizaciones laborales, no ha condenado el pasado fascista italiano. Estará sentado en la primera fila del ornamentado palco real con el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, un político izquierdista que invitó a Liliana Segre, sobreviviente vitalicia del Holocausto de 93 años de edad, para sentarse con él.
“Los fascistas no pueden ser bienvenidos en el Teatro alla Scala”, señalaron en un comunicado los sindicatos de trabajadores del teatro. “No participaremos en ningún saludo institucional ceremonial a ningún individuo que no haya condenado alguna vez el fascismo, sus guerras coloniales y la alianza y el sometimiento al nazismo alemán, que generaron las leyes raciales y mucho dolor y miseria entre el pueblo italiano”.
La Russa esperará una fría recepción por parte de los músicos, cuando vaya tras bambalinas en el intermedio para saludar a Riccardo Chailly, director titular de La Scala.
La Scala emergió como una fuerza antifascista durante el gobierno del dictador italiano Benito Mussolini. El famoso director de orquesta, Arturo Toscanini, rechazó tocar el himno del partido fascista en el teatro o en cualquier otro lugar, lo que le ganó una golpiza por parte de los Camisas Negras de Mussolini. Después de la Segunda Guerra Mundial, Toscanini rápidamente contrató de nuevo al director coral Vittore Veneziani, quien fue obligado a dejar su trabajo por las leyes raciales antisemitas aplicadas en Italia en 1938.
El comienzo de la temporada 2023-24, sirve como una celebración nacional no oficial de la incorporación de la ópera lírica italiana, en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco. La organización reconoció este miércoles la importancia global de esta expresión artística de 400 años de antigüedad que combina música, vestuario y dirección escénica.
El ministro de Cultura de Italia, Gennaro Sangiuliano, que asistirá al estreno, lo calificó como “una consagración oficial de lo que ya se sabía: la ópera lírica es una excelencia global, entre las que mejor nos representan en todo el mundo”.

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