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La Perestroika y Gorbachov, último líder de la URSS

Pablo F. Chávez Mejía
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
Para entender nuestro presente debemos conocer la historia; la vida de Mijail Gorbachov es clave para que los jóvenes de hoy, conozcan los últimos años de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
La ultraderecha satanizó universalmente al socialismo y a todo movimiento de izquierda, propaganda que cundió en todos los rincones del mundo, que hasta el día de hoy tiene enajenadas las mentes de muchas personas, quienes aún creen que el comunismo está por imperar en México.
El propósito de este artículo es recordar brevemente la vida política de Gorbachov, quien gobernó la antigua tierra de los Zares, derrocados por la revolución Bolchevique de Lenin y Stalin. Me tocó nacer en la época que gobernaba la Unión Soviética Nikita Khruschev, le siguió Leonid Brézhnev; luego Yuri Andrópov, sucedido por Konstantin Chernenko, para terminar con Mijaíl Gorbachov (11 de marzo de 1985 al 25 de diciembre de 1991).
La guerra fría y las políticas económicas neoliberales de occidente, fueron los fantasmas que rondaron a la Unión Soviética durante el último cuarto del siglo XX; Gorbachov, el hombre del singular lunar en la cabeza, advirtió la necesidad de un cambio en las políticas soviéticas, ideando la perestroika (reestructuración) y el glasnost (apertura y transparencia), es decir: dio marcha a un ambicioso plan de políticas de apertura para potenciar el desarrollo económico de la URSS y su democratización política al estilo occidental. Desafortunadamente, su proyecto solo aceleró el colapso de la CCPP (acrónimo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en ruso).
Mijaíl Gorbachov, al difundir sus nuevos ideales político-económicos, de libertades de expresión y de religión para Rusia, su visita al Papa Juan Pablo II en el Vaticano en 1989, la firma de acuerdos para finiquitar la guerra fría, sumando la caída del muro de Berlín y la reunificación de Alemania en ese mismo año, en su momento fueron los sucesos que motivaron a otorgarle a Gorbachov el premio Nobel de la Paz en 1990.
Los miembros del Politburó estaban divididos con las nuevas estrategias, la “vieja guardia comunista” y los simpatizantes de la Perestroika. Los conflictos exasperaron los ánimos y hubo un intento fallido de “Golpe de Estado” en agosto de 1991, lo que finalmente el 25 de diciembre de 1991, disolvió oficialmente la Unión Soviética y Gorbachov anunció su renuncia como presidente de la URSS.
Hoy, a 31 años de la desintegración soviética, Rusia sigue siendo objeto de vilipendios de parte de occidente; sin embargo, las sanciones económicas impuestas al gobierno de Vladimir Putin, están causando un “efecto boomerang” a la Unión Europea y a los Estados Unidos de América.
El rublo es ahora una divisa fuerte, está comenzando un nuevo orden económico mundial, algo pudo ver todavía el estadista del Kremlin, que en hoy Moscú ya descansa en paz.

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