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¿Logrará Elon Musk mayor libertad de expresión en Twitter?

El Universal
El empresario Elon Musk compró la red social Twitter por el precio de 44,000 millones de dólares. Musk afirmó que parte de su objetivo es impulsar la libertad de expresión en Twitter (y añadió que combatirá a los bots que se hacen pasar por humanos).

Sus avisos sobre la libertad de expresión han generado polémica, porque mientras para algunos es algo necesario, debido al poder censor de estas plataformas, para otros, esto podría disminuir filtros de presuntos discursos de odio.

Gabriela Elisa Sued, investigadora nacional especializada en cultura digital y profesora en la maestría en Humanidades Digitales de la Escuela de Humanidades y Educación del Tec de Monterrey explica cómo entender más a fondo la dinámica en las redes sociales.

“Lo que pone de manifiesto este proceso de compra, así como la eliminación de las cuentas de Trump y otras –como el ban a cuentas que apoyaron a Putin, etcétera– es que estas empresas se han convertido en moderadoras de contenidos y no simplemente en hosts de los contenidos de los usuarios. Esto les otorga una amplitud de acción importante, al poder decidir quiénes pueden hablar y quiénes no en su plataforma y, también, al decidir cuáles son los contenidos que más y menos se ven. Ese es un poder enorme en la esfera mediática actual. Tal vez, hasta valga los 44,000 millones que Musk pagó”.

En ese sentido, Sued estima que “siempre hay intereses de por medio, las plataformas no son neutrales ni son esferas públicas ni simples intermediarios del contenido que producen los usuarios. Estas empresas se han convertido en moderadoras de contenidos y no simplemente en hosts de los contenidos de los usuarios”.

Los intereses comerciales (y políticos) en Twitter
La también egresada del doctorado de Estudios Humanísticos del Tec y actual posdoctorante en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, añade que no se debe ser ingenuo y evitar asumir que plataformas como Twitter tienen, en principio, intereses comerciales.

“Por más que es bonito pensar que Twitter es una nueva esfera pública construida colaborativamente con la expresión de todos sus usuarios, lo cierto es que Twitter –como todas las plataformas– es una empresa, y se maneja con intereses comerciales”, dice.

Agrega que “en el caso de Twitter, parece que esos intereses no se han manejado tan bien, dado que la empresa perdió el año pasado alrededor de 200 millones de dólares y en 2020 alrededor de 1,100 millones”.

“Los 44,000 millones pagados por Musk son una cifra altísima para no admitir que existen intereses detrás de esta compra, intereses que –dado el uso político que se le ha dado a la plataforma– podrían combinarse en esta nueva etapa. ¿De qué forma? Desde luego no lo sabemos aún, habrá que esperar un poco más”.

¿Podrá Elon Musk eliminar a los bots?

Para Sued, los bots son un fenómeno que no se puede separar de la historia de la inteligencia artificial ni de la creación de software autónomo.

La también profesora de cátedra de la Escuela de Humanidades en el Tec campus Querétaro, considera difícil poder eliminarlos.

“No creo que en este estado del ecosistema mediático pueda volver atrás e imaginar un futuro sin bots. Son inherentes al estado actual de los medios digitales. Se puede hacer un esfuerzo por marcarlos, pero las tecnologías de réplica son tan veloces que, por uno que se marque, se replicarán miles. Pasa lo mismo con las noticias falsas, que son transportadas en buena cantidad por los bots“.

Explica que “los bots, trolls, las fake news, son parte de estrategias concertadas para manipular mensajes y sentidos en las redes, pero el éxito que obtienen es relativo. Terminan construyendo un ecosistema marginal y periférico a la conversación pública.”

¿Habrá más libertad de expresión en Twitter con Elon Musk?
Y sobre si habrá más libertad que ahora con Elon Musk como dueño de Twitter, Sued es escéptica.

“La intención de Musk de comprar Twitter para depurarlo de bots y garantizar la libertad de expresión es relativa. Lo primero, porque es imposible de lograr. Lo segundo, porque siempre será una libertad de expresión sesgada y alineada con los intereses comerciales de las plataformas”.

La experta exhorta a los usuarios (y a los medios) a tener una conciencia crítica sobre los contenidos que se destacan y amplifican.

“Los usuarios, pero fundamentalmente los medios de comunicación que amplifican lo que se publica en Twitter, tienen que saber que el contenido de Twitter está modelado por los intereses de la plataforma y relativizarlo u otorgarle su justo peso, lo que no siempre sucede”.

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