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Jorge Éver González Domínguez

Chiapa de Corzo, Chiapas

Joven nacido en San Cristóbal de Las Casas, a los 13 años emigra a Guadalajara, Jalisco, para seguir su sueño de deportista.

Licenciado en Enfermería, certificado en Rehabilitación Deportiva, que es su trabajo cotidiano. Luego de su estancia en tierras tapatías, regresa y se incorpora al club Jaguares de Chiapas donde tarda ocho años, luego sigue su camino deportivo en otros equipos de futbol.

De repente llega la oportunidad de actuar en una película, su vida da un giro inesperado y le sorprenden los resultados.

A sus 26 años es invitado para actuar en la película Va por Diego, del director y guionista Miguel Flatow. Le dan el protagónico sin buscarlo y acepta, con resultado excelentes.

La película es aceptada en el Festival Internacional de Cine de Morelia y gana como Mejor Película en el Cannes World Film Festival 2021, película filmada con un celular y en Luis despierta algo que no conocía en su ser: el arte de la actuación.

Nos dice: “La oportunidad de actuar llega de la nada, por obra de Dios, porque era un proyecto que se pensaba filmar en junio de 2019. En ese entonces iba a Chicago a un compromiso deportivo, me habla un amigo de Miguel que es representante de futbol y me dice que van a grabar una película en Chiapas: “¿te interesa el proyecto?”. Le dije que sí, pero no podía en esos momentos, me fui y no supe más. Cuando vuelvo en octubre, nuevamente me hablan y me dicen que no ha empezado la filmación y sigue latente la oportunidad, me da su contacto del director, lo busco, llego, me atiende, veo el guion y me gusta.

Iba con el pensamiento de que me dieran algún personaje de relleno, pues ya habían terminado las audiciones, ya tenían todo el elenco, yo no era actor, había personas dedicadas al teatro, yo solo era un deportista.

Siento que vio algo especial en mí y al final me dice: Quiero que seas mi protagonista”.

Fue así que interpretó a Pablo en la película y su vida ha venido cambiando conforme la película es aceptada en el mundo.

“Mi vida ha dado un cambio radical, ya que nada qué ver el deporte con el arte, pero me he sentido muy bien, me ha gustado esta parte de inducirme en el arte, en el conocer más allá, una faceta que desconocía en mí, ha sido muy bonito conocerme en este proceso y descubrir que tengo material para explotar”.

Luis Guillen Cruz, se siente cómodo en esta faceta de actor y aprende que el éxito se puede lograr con cosas pequeñas siempre y cuando se haga con dedicación y con amor, no es necesario tener grandes producciones para hacer las cosas con profesionalismo.

Siente que la vida y Dios lo recompensan por todo el trabajo que ha realizado años atrás y que poco a poco las puertas se van abriendo; aunque se cierren diez y se abra una, esa hay que tomarla como una oportunidad de vida.

El ahora actor tiene ese entusiasmo de explorar cosas nuevas y no encerrarse en una sola disciplina; descubrió que cuando el cuerpo humano puede desarrollar cosas más allá de lo imaginable, la clave está en querer y aprender.

“Me dieron la oportunidad de ser actor, que utilizaré como trampolín para estar dispuesto a descubrir cosas nuevas a mi vida”, concluye.

Sus planes son continuar con la actuación y pulir esta disciplina del arte, que le trajo tremendas satisfacciones y que no conocía en él.

Sereno, continúa con su trabajo en las tierras de Jovel y su mirada se llena de esperanzas.

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