Oscar Sieber
Guadalajara, Jalisco
Tras la cancelación del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) edición 35, del presente marzo del 2020, como consecuencia del detonante pandémico, los organizadores del FICG, tuvieron que replantearse la idea de continuar con la realización de su evento y evitar los daños en la inversión de los preparativos; pero principalmente, en salvaguardar su misión como estandarte pionero en la preservación y difusión del cine mexicano e iberoamericano más importante de Latino América.
Ante la incertidumbre, tuvieron que tomar una decisión: la anulación total o el restablecimiento del plan. Para ello, retomaron una de las grandes máximas que todo artista se plantea cuando sus obras se encuentran en medio de un conflicto inesperado: “El show debe continuar”.
Fue así como el FICG 35 desplazó sus fechas de marzo a noviembre, ajustándose a un precepto predominante en el mundo empresarial: “renovarse o morir”.
En esta simbiosis ideológica nació la propuesta adecuada: un Festival apoyándose de la tecnología para crear una experiencia virtual; manteniéndose así alineado a las nuevas políticas de medidas sanitarias que atienden al sano distanciamiento.
El telón inaugural se abrió este pasado viernes 20 de noviembre con pocos asistentes, pero comprensible por la naturaleza comparable a las ediciones pre-pandemia. Sin embargo, la energía de sus asistentes se circunscribió al éxtasis que representa el deseable encarnamiento a la magia del cine.
“Somos poquitos pero hacemos mucho ruido”, como bien lo diría Andrés Zuno, presentador del evento de inauguración que se llevó a cabo en el auditorio Telmex, y en el cual se rindió homenaje póstumo al cineasta Jaime Humberto Hermosillo, al actor Héctor Suárez, y al programador de películas del FICG, Gerardo Saldaña.
Ahora bautizado por su formato híbrido al convertirse en una plataforma digital y presencial, el “FICG 35.2”, tiene como país invitado de honor a Perú, cuya participación se distinguió otorgando el premio Mayahuel por su larga trayectoria al productor y director de cine, Francisco Lombardi.
El sello diferenciador del país andino será acompañado por una cartelera dedicada a la cinematografía peruviana. También habrá funciones al aire libre, distribuidas en diferentes lugares públicos característicos de Guadalajara, Tonalá, Tlajomulco, Zapopan y Tlaquepaque…
Uno de los discursos más notables durante la ceremonia fue el del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, quien antes de declarar oficialmente inaugurado el FICG 35, subrayó que su administración ya se encuentra trabajando en una ley que permita fortalecer el apoyo a los realizadores cinematográficos, basándose en la gran importancia del arte como un mecanismo de desarrollo cultural en la sociedad jalisciense.
Entre muchas otras cosas, destacar también que gracias a las facilidades que implica una plataforma virtual, permite que cualquier persona de cualquier parte del mundo, incluyendo a los chiapanecos -siempre y cuando con acceso internet- pueda participar en las conferencias magistrales, foros e inclusive ver películas. Para ello es necesario que ingresen a la página del Festival en www.ficg.com.mx y escudriñarlo.
El FICG 35, también reconocido por ser el más viejo de México, no solo está siendo un referente entre las instituciones, en lo nacional e internacional, de que sin importar el tamaño de las adversidades y toda vez que exista la Voluntad multiplicada en masa, siempre habrá soluciones para cualquier causa. Un evento que alzándose por medio de la creatividad y la exploración de nuevas formas de comunicación, nos está regalando con su ejemplo, un mensaje de que este mundo, afectado por el Covid-19, aún tiene esperanzas.
