Enrique Flores Amastal Ciudad de México
Como un caminante
Como un caminante
vislumbro el horizonte,
la vida sin ilusiones y sueños
semeja una inmensidad de abrojos.
Pero voy a pedirle al alma
que se materialice,
que adopte el cuerpo de mujer,
que sea bella como una rosa,
voluptuosa y angelical.
Si tu tallo tiene espinas,
no importa que sangre la mano,
sería un ritual de amor,
de entrega.
Hay un lenguaje que las almas
entienden: el silencio, las miradas.
Actor
Me hice actor,
porque quería seguir siendo niño,
ser otra persona, darle vida
a las máscaras de la comedia
y la tragedia.
Lo más grandioso es ser
lo que uno no es, actuar.
Esta noche seré Hamlet
y mañana seré Edipo,
Creonte o Tiresias.
Ser un duende, por ejemplo, Puck
y provocar, enredos, confusiones
a Helena y Lisandro.
El Teatro es la vida,
el actor conoce el libreto,
y con su trabajo
irá mostrando al publico
el destino del personaje,
pero también su propia vida
irá dejando en los escenarios.
Azul violeta
Abrí la ventana para contemplarte,
ahí estabas orgullosa Jacaranda,
con tus flores azul violeta
coronando todas tus ramas,
un tapete de flores,
cubría el jardín.
Enrique Flores Amastal
