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Qué estudiar o no, hoy: ¿insensibilidad o realidad?

Roger Heli Díaz Guillén
Chiapa de Corzo, Chiapas
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), es un organismo independiente de la sociedad civil, cuya actividad -entre otras- está relacionada con aportar información comparativa y estadística del cúmulo de carreras existentes en México, destacando las que no son carreras profesionales sugeribles para invertir tiempo, dinero y esfuerzo, basado en el mercado laboral que impone el sistema económico del país, destacando un trabajo aportado como herramienta de consulta denominado “compara carreras”, donde exponen por porcentajes la informalidad de carreras en el mercado laboral, fundando recomendaciones para no atender campos de saberes, expresiones y creaciones relacionadas con la vida diaria de vital importancia.
Resulta importante y sustantivo en tiempos de transformación y del nuevo proyecto educativo en México -en proceso de instrumentación- el observar el impacto y trascendencia de las recomendaciones de no estudiar o atender en la formación educativa profesional la música, bellas artes, diseño y comunicación gráfica y editorial, así como la adquisición de lenguas y/o idiomas extranjeros; que sin lugar a dudas limita en principio el desarrollo de estos campos básicos que mantiene el humanismo y su expresión cultural y artística, que resultan ser campos necesarios en la vida diaria en la globalización, además de ejes sustantivos del proyecto educativo nacional.
Asimismo, considerar la recomendación en tiempos de cambio climático y calentamiento global, de no estudiar las carreras para atender el mundo rural agrario, exhortándose a no considerar como formación educativa a la producción y explotación agrícola, ganadera y veterinaria, así como ecología y ciencias ambientales, que resulta contradictorio con las necesidades de la realidad en el campo, dejando preciso el dato que el campo no es materia de atención del sistema económico del país, donde NO existe este mundo en las necesidades de desarrollo, lo cual resulta contradictorio con la importancia de atención a la soberanía alimentaria y desarrollo agrario y rural. El campo no está en el interés de la industria y/o poder económico, según estadísticas.
Por otra parte, las estadísticas resultan importantes para observar que por un lado están las necesidades sociales relacionadas con la Gastronomía y Servicios de Alimentos, Deportes, Nutrición, Terapia y Rehabilitación que, como carreras profesionales no son recomendadas, en razón de que estas carreras profesionales no forman parte de las necesidades de la industria y/o poder económico que determina e impone el campo laboral.
El marco de referencia no marca un panorama de dos campos de necesidades laborales: las del sistema económico capitalista nacional que impone hoy en día el campo laboral y SUS necesidades como sistema de producción, transformación y comercialización y, por otra parte, hasta hoy no considerado como obligatorio en políticas públicas, que derivan del sistema de estructura social, necesidades de mercado laboral en la atención de requerimientos para los modelos de desarrollo comunitario y de pueblo.
Es decir, existen campos de formación como las antes expuestas y destacadas que resultan sustantivas y necesarias a la sociedad, donde debe derivar la necesidad de crear un segundo piso de campo laboral en los indicadores sociales citados, que fortalezca el sistema de la administración pública y fomente la construcción de administraciones públicas comunitarias y de pueblos que formalicen la libre autodeterminación, usos y costumbres jurídicas de los pueblos indígenas originarios y afro mexicanos de México.
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Roger Heli Díaz Guillén

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