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Miguel Ángel Maldonado
“El Chiapaneco”
Ciudad de México
¡Tres mexicanas que pasan de noche en el arte, pero al Pintor y Documentalista Rodrigo Ímaz, hijo de Claudia Sheinbaum lo linchan por exponer en el Museo de Arte Moderno y en el Claustro de Sor Juana!


¡Aló, amigos! No cabe duda que los seres humanos ¡todos! somos morbosos, negativos y seudo-feministas. Las noticias buenas las pasamos de noche, pero saltamos con las malas o la que nos corroe, ya sea en cultura, política o espectáculos. El que la maestra, bailarina y Coreógrafa Claudia Lavista (hija del fallecido músico Mario Lavista) haya sido nombrada Directora de Danza de la UNAM a nadie importó. Que Amanda de la Garza, mexicana, Curadora e Historiadora de Arte que desde febrero es la nueva subdirectora del Museo Reina Sofía de Madrid, tampoco interesó. Y que su puesto como Directora de Artes Visuales del Museo de Arte de la UNAM que tuvo desde el 2020, ahora es dirigido por la también Curadora Tatiana Cuevas Guevara, obvio no causó ningún impacto. Ah, pero la revista Proceso saltó dolosamente por la exposición del Documentalista, Videoasta, Pintor y Artista Visual Rodrigo Imaz, que parte de su obra se expone en una de las celdas del Claustro de Sor Juana como ‘Trópicos de la Modernidad’. Al alimón, Imaz expone en el Museo de Arte Moderno en Chapultepec ‘A tiro libre’, con 100 balones ponchados, intervenidos y convertida en macetas. Claro, esto ha sido linchado como un privilegio. Proceso redactó la nota con el hígado o ignora que cuando fue inaugurado este recinto en los 60’S, contó con obras de artistas que eran poco conocidos o desconocidos. Esa es la función de los museos: abrirse y promover a los consolidados y emergentes. Ah, pero se trata del hijo de Claudia Sheinbaum. La sátira, el surrealismo y la complejidad, es parte de la narrativa del arte visual y arte-objeto de Imaz. Esta expo no la he visto, pero conozco el trabajo de Rodrigo, he visitados sus exposiciones anteriores de pintura, su documental ‘Juan Perros’, sobre el mundo de la basura que se estrenó en Cannes antes que Claudia fuera Jefa de Gobierno. El Arte es como una canción o el platillo más sencillo: te gusta o no. Pero atacar una exposición por ser hijo de, es lo más vil y más viniendo de una fuente periodística de cultura que osan en ser Marcel Duchamp o se creen la reencarnación de la crítica de Arte Raquel Tibol. Repito, conozco la obra de Rodrigo y a él mismo como ser humano y artista desde endenantes que Claudia fuera Jefa. Lo conocí gracias a su fallecida abuela Montserrat Gispert viuda de Imaz, exiliada catalana de la guerra civil y que se convirtió en una de las grandes etnobotánicas de nuestro país. ¡Así que maren de papar!


¡Danna Paola dice que ya no es la niña dulce, se convirtió en ‘Danna’, le gusta hacer el amor, tiene novio, se asume bisexual, universal y heteroflexible!
Danna Paola no nos sorprende al declarar que su niñez tuvo buenas y malas cosas, pues sabemos de la vida de los niños prodigios que son explotados por los padres Y Danna reveló que siempre trabajó y ahora en esta etapa, decidió tomar terapias para saber realmente qué es lo que quiere para ella y descubrió que Paola, su segundo nombre, nunca le gustó y decidió eliminarlo para ser simplemente ‘Danna’. Así mismo, declaró que por tantos temores y no saber decidir, se calló el amor que le tuvo a una chica española durante el tiempo que vivió en España hace unos 5 años. Que estaba harta de los chicos cuando la conoció, se obsesionó con ella, se enamoró, pero lo calló. Nunca se lo dijo, no tuvo el valor, y ahora después de las terapias, decidió escribirle la canción ‘Platonik’, que forma parte de su nuevo álbum Childstar con la complacencia de su novio Alex Hoyer, con quien en octubre pasado cumplió tres años de relación. Así mismo pidió a su público y a la gente que entiendan que ya no es la niña dulce, que ya tiene 28 años ¡y entiendan que es una mujer que le gusta la vershhh y coger!


¡A William Levy sí le duele la cara y el escándalo de ser tan guapo!
Crónica de una infidelidad conyugal, es la historia entre el cubano William Levy de 43 años y la mexicana Elizabeth Gutiérrez de 45, desde que el actor saltara a la fama en nuestro país en 2007 como incipiente actor, pero por su galanura sería el histrión que México esperaba. Se le involucró con cuantas actrices guapas, solteras o con novios pasaran a su lado. Esos eran los rumores de lo que padecía Elizabeth, con quien tiene dos hijos de 18 y 14 años, en 20 años de relación. Más rumores de separación venían, se reconciliaban y nunca llegó la boda. La pareja regresó a Miami envueltos en fama y mucha fortuna que carecieron desde la infancia. Elizabeth siempre calló, hasta ahora que sutilmente reveló que están separados. Las respuestas de ambos en las redes eran de un pique también sutil, con bendiciones y oraciones benignas defendiendo cada quien su pellejo. Peeeero la verdad salió a la luz al revelarse una serie de llamadas al 911 de Miami, en donde se reportan denuncias policiales de altercados familiares. Que si ella fue desalojada del domicilio conyugal, que si ella metió a otro hombre, que si a él lo encontró su hija con otra mujer. Total, que estamos frente a una de las tantas caras de William Levy: el hombre sencillo que llegó a nuestro país en 2007 buscando una oportunidad, el que luchaba por sobrevivir con Elizabeth, daba entrevistas a todo el mundo y esperaba verlas publicadas. El que en menos de un año Televisa empoderó como celebridad y le llenó los arcones de dinero, el William que de repente ya manejaba un auto deportivo, el que se volvió insolente, el que sintió que Televisa le quedó chiquito y despreció a la empresa para regresar a Miami super cotizado. Sí, el Levy que no dejó títere con cabeza o actriz de televisión. Hasta la actriz mexicana Samadhi Zendejas de 29 años, se vio involucrada como tercera en discordia o rompehogares en este recién escándalo.


Marilola Pariente Algarín, orgullosa chiapaneca
La tía Marilola Pariente Algarín con sus 94 años es pura alegría, vitalidad y fortaleza. Lo mejor es que sus hijos no la visitan por fecha u horario. Todos llegan a su casa a cualquier hora, cualquier día, instante. Ahí, yo sentado junto a ella continuó narrándome sus historias: “Me casé con Teodoro Hoppenstedt Olaguibel en 1954 en México y poco a poco fueron naciendo mis seis hijos: Teodoro, Beto, Manolo, Herman, María y Marco Antonio. Mi vida con mi esposo fue de vivir en distintas ciudades, nos venimos a Chiapas pues el empezó a trabajar en la empresa calera de nuestro amigo Abel Torres Terroso, luego con mi hermano Antonio vivimos en Tapachula, pero cuando mis hijos iban a nacer yo optaba por dar a luz en México, le tenía más confianza. Ya cuando mis dos hijos mayores estudiaron en México la universidad, decidí irme con ellos hasta que de vuelta regresamos a Tuxtla Gutiérrez con mi familia. Ahora me doy cuenta que si bien la vida luego es difícil, ahora me doy cuenta que he sido más feliz. Aun puedo comer o cenar lo que sea, hasta me tomo mi copa de Matusalén o cerveza. Enterré a mis padres y luego a los hermanos. Mi hermana Chelo falleció hace 7 años en Querétaro, estaba casada con Javier Urquiza Fernández de Jáuregui, pero tengo allá a mis sobrinos, los Urquiza Pariente. También están mis sobrinos los Pariente Varone, hijos de mi hermano José Manuel (qepd) y fue un gran anestesiólogo. Mi hermano Antonio hizo su vida acá en Tuxtla, se casó con Carolina, una señora de Tonalá y tuvo sus hijos. Luego enviudó, se volvió a casar y se divorció. Antonio fue un gran hermano, lo quise mucho, siempre me apoyó. Falleció en mis brazos hace unos 16 años. Pero la vida sigue, tengo 12 nietos y 6 bisnietos que son mi tesoro. Y otro de mis tesoros es este libro: ‘El Origen de los Algarín’, que escribió hace muchos años mi primo hermano Leonel Algarín Orozco y me lo autografió. Porque yo siempre estaré orgullosa de mis raíces viva en donde viva, y como mi abuelo Manuel Algarín del Puerto, siempre estaré con los brazos abiertos para recibir a los descendientes de mi tío Manuelito Algarín Castillejos, el único hermano de mi madre”. Y así, quien redacta estas letras, me despedí de la tía Marilola, mientras ella sostenía el libro ‘El Origen de los Algarín’ escrito por el hermano de Chuma, mi abuela materna. Ese libro, que mi madre Luz Geronimo también tiene una edición desde hace 40 años y autografiado, y yo era un niño cuando el tío Leonel llegó a Tonalá para regalárselo a mi madre. Quién diría que en estos días de abril, Manuelito Algarín Castillejos está cumpliendo cien años que fue muerto en la rebelión Delahuertista en 1924, soltero y dejando casi 20 hijos huérfanos y madres solteras en el Istmo de Tehuantepec, y por ende le cambió la vida a las hermanas Cirila y Adolfa Orozco, a sus hijos y a muchos nietos y bisnietos, entre ellos su servidor.
¡Esto es México!

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