Carlos Castro
De “mirrey” a “Bro”
Hace ya varios años realicé una columna donde comenté sobre algunos “mireyes” que existían en la hermosa, pero “apestosa” ciudad de Tuxtla Gutiérrez. Ahora esos personajes ya evolucionaron o se salieron de ese ámbito, donde los lujos, excesos y toda la “faramalla” estaba con todo.
Hoy en día, ya no muy se les dice “mirreyes”, ahora son hermanos, o sea, “bro”, ya que se la pasan diciendo; “oye bro, como bro, que ocupas bro” con su peculiar asentó que “castra” los oídos. También esa palabra lo usan otras personas, como si fuera la única que existiera para dirigirse a una persona, pero, por lo regular la escuchas con jóvenes que ni se saben limpiar el “trasero”, porque son tan consentidos por sus padres (que fueron mirreyes en su época) que no quieren mover ni un dedo. Y así como anda de avanzada la tecnología capaz tengan de esas tazas de baño que les avienta agua para no limpiarse con papel.
Por lo regular, estos jovencitos se manejan en lugares caros; donde van a creer que anden en los “tacos de cabeza y maciza” no… ellos de puro corte, sino no comen. Además, el lugar tiene que estar bien acondicionado para que se puedan sentirse a gusto, como en casita, donde los atienden como bebés y les preparan lo que gusten como “buenos y exitosos emprendedores que llevan dinero a casa”.
Pero eso no es todo, también se la viven prestando dinero a sus otros “bro” que “disque” para invertir en sus negocios fallidos que a cada rato realizan, pero en realidad, lo usan para saldar deudas de tarjetas, restaurantes o antros, donde regularmente se les encuentra “parándose el cuello” invitando la botella a los “borregos”, quienes les lustran el zapato o son fans de sus redes.
Y como buen “niño mimado y sin valores” hacen los que se les “pega la gana”, acosando a otras jovencitas y amenazándolas que les van hacer algo, si no cumplen con sus caprichos o simplemente si no son sus novias, ya que solo para eso son buenos; creyéndose los “machitos” con sus “influencias” que te sacan a la hora que les pasa algo.
A parte de que hablan como si tuvieran la lengua atorada, también se les caracteriza por machistas, acosadores y prepotentes, dejando entre ver su falta de educación.
Así que no crean que todo lo que brilla es “oro”, porque te puedes llevar una sorpresa de estos “mirreyes” llamados “bro”.
